El Centro Aragonés de México no quiere olvidarse de aquellos que en la situación de confinamiento se están quedando sin recursos. La entidad, que se ha caracterizado por su espíritu solidario, quiere ayudar a muchas familias con niños y adultos mayores, dependientes o enfermos crónicos que se están quedando sin trabajo y sin recursos por el confinamiento causado por el coronavirus.
Por ese motivo, la entidad está colaborando con el sacerdote turolense Pablo Cirujeda que lleva muchos años ayudando a aquellos que más lo necesitan a través de su parroquia y su asociación Abriendo Nuevos Caminos A.C.
El padre Pablo ha organizado un centro de acopio y reparto de despensas de artículos no perecederos y de limpieza básica: arroz, frijol, legumbres, aceite, azúcar, sal, pasta, galletas, atún, sardinas, cereales, etc., para repartir entre las familias necesitadas. Desde el Centro Aragonés de México animan a todo el mundo a colaborar con esta iniciativa enviando sus aportaciones directamente al centro de acopio: Parroquia de Nuestra Señora del Rosario. Calle Paralela 7-79. Colonia Molino de Santo Domingo. Delegación Álvaro Obregón (CDMX 01130).
Todo lo que se recoja se repartirá entre las familias necesitadas que acuden a la parroquia, que está cerca del Metro Observatorio en medio de colonias complicadas y con mucha necesidad; o al Centro Comunitario de Desarrollo Infantil San José Ajusco, una de las zonas de la Ciudad de México donde la pobreza extrema es más notoria.
También se puede contactar con el padre Pablo directamente: teléfono de la parroquia 55 5276 5168; teléfono móvil 55 3966 5952. O también con la responsable de Actividades Familiares y Solidarias del Centro Aragonés, Marta Cebollada, en su móvil 55 1293 8978.