La Junta Directiva del Centro Andaluz Cultural y Deportivo Peñarroya de Vilvoorde, en Bélgica, ha organizado en días pasados, una asamblea extraordinaria para informar a sus miembros de las dificultades por las que en estos momentos atraviesa la entidad. Dificultades, según se puede deducir por las informaciones que la dirección dio a los presentes, medio centenar de personas aproximadamente, bastante graves ya que la amenaza del cierre de los locales planea sobre la entidad y con ello la desaparición de un centro emblemático dentro del mundo asociativo en Bélgica, y todo ello debido a la falta de candidatos para hacerse cargo del puesto de gerentes, ya que sin ellos es muy difícil seguir funcionando.
La pandemia del covid-19 se ha dejado notar bastante en los pocos centros que todavía quedan en Bélgica, siendo el Peñarroya uno de los que mas han sufrido las consecuencias del virus, pues al estar mas de año y medio cerrado debido a la restricciones impuestas por el Gobierno belga nadie se ha atrevido a hacerse cargo de la gerencia de bar y cocina y de sobra es sabido que un centro no puede funcionar debidamente sin estas personas. Por ello, desde la entidad hacen un llamamiento especial a aquellas personas que pudieran estar interesadas en hacerse cargo de la gerencia del Centro Peñarroya de Vilvoorde, ya que sería muy triste que un centro con tanta solera e historia se viera obligado a cerrar como ya ha ocurrido con otros muchos en Bélgica.
Durante la asamblea, la junta directiva, que ha perdido a su presidente Juan Manuel Hidalgo al haber retornado a España últimamente, que está compuesta por seis mujeres jóvenes, de la tercera generación de emigrantes en Vilvoorde con Ana María Millán Camino, Nathalie Millán Camino, Ingrid García, Francisca Sánchez, Loli Ortiz Arjona y Juani Caballero Gallardo, hicieron hincapié en la necesidad de poder seguir adelante, pero para ello se pide la colaboración de todos los socios y aunque por las causas indicadas el centro está por el momento cerrado, los gastos siguen siendo los mismos, ya que hay que seguir pagando las facturas que entran y hay bastantes socios que por estas razones no abonan su cuota mensual de miembro del la entidad.

Al comienzo de la reunión se pidió un minuto de silencio por los compatriotas fallecidos durante este año y medio, no todos por culpa del covid-19, unas veinte personas, aproximadamente. También se pide la comprensión de todos en estos momentos cuando más se necesita que todos arrimen el hombro para que este centro con 40 años de existencia no tenga que cerrar las puertas definitivamente y dejar a varios cientos de familias sin su lugar de encuentro semanal, y lo que es mas importante, el final de la Fiesta del Rocío que este año hubiera cumplido treinta años de vida, una de las actividades mas importantes dentro del mundo asociativo en Europa.
Por suerte, la tesorería de la entidad todavía cuenta con algunos fondos para poder seguir adelante por algún tiempo, gracias a la buena gestión de la directiva, pero no por mucho, pusieron de manifiesto las seis mujeres responsables en estos momentos tan duros.
Tras recibir las felicitaciones de los asistentes por la buena gestión administrativa, se pasó a pedir propuestas, siendo alguna de entre ellas que, varios voluntarios se hicieran cargo de la gestión del bar y cocina trabajando a turnos para que la gente se anime y vuelva al centro Peñarroya a disfrutar de las buenas veladas que durante tantos años se han venido organizando para disfrute de grandes y pequeños, recalcando la necesidad de encontrar lo antes posible personas que deseen hacerse cargo de la gerencia del centro Peñarroya de Vilvoorde.