El Ballet Español de Cuba vuelve a los escenarios con el espectáculo ‘Ascendencia Hispana’

El público disfrutó de once obras que mostraron las diferentes facetas y estilos de este conjunto de baile

Los miembros del Ballet Español de Cuba.

El reconocido Ballet Español de Cuba (BEC) que dirige el maestro Eduardo Veitia abrió las puertas al otoño y regresó a las tablas con nuevos bríos, luego del largo periodo de aislamiento por la Covid-19, en el que, sin embargo, al decir de su director, la agrupación no se durmió en los laureles y continuó trabajando en las tesis de los alumnos, realizando encuentros para desarrollar el nivel de los profesores en clases metodológicas que han redundado en el desarrollo de los cursos y los estudiantes/bailarines, así como en la preparación de diversas coreografías para diferentes programas que, de manera virtual o presencial, tuvieron lugar en ese tiempo.

Ahora, de vuelta a la ansiada escena, la tropa juvenil acaparó en los días finales de noviembre la sala Avellaneda del Teatro Nacional con el espectáculo ‘Ascendencia Hispana’. Este programa-concierto ha exhibido –con elegancia y profesionalidad– las diferentes aristas del quehacer danzario del BEC. Durante la cita, el público disfrutó de once obras que mostraron las diferentes facetas y estilos de este conjunto de baile que se desdobla y asume con naturalidad la escuela bolera, el flamenco, la farruca, los bailes populares y regionales, así como la guajira/flamenca, la rumba flamenca, el ballet, el bolero, entre otros.

Las presentaciones en el ancho escenario, con un conjunto de obras coreografiadas por Francis Núñez, Pablo Egea, Manu Díaz, Marieta Romero, y el propio Veitia, se hicieron eco de la ya larga trayectoria de la agrupación que en 2022 arribará a su 35º aniversario.

Quedó demostrada la labor de los coreógrafos y bailarines de la institución, a través de las coreografías Alhambra, Danza Ritual del Fuego y Mediterráneo, interpretadas por los primeros bailarines Daniel Martínez y Leslie Ung, junto al cuerpo de baile.

Eduardo Veitia y su equipo, en todos estos años, han logrado crear un lenguaje teatral contemporáneo desde el complejo cultural del flamenco y otras raíces culturales de la idiosincrasia del cubano. La carga emotiva, la profundidad de los sentimientos, la proyección del gesto/baile hacen de este código escénico un ejemplo elocuente de cuánto puede penetrar la danza en la naturaleza humana y en la vida de un pueblo para expresarlas.

Al apreciar los espectáculos del BEC, compañía que ha dejado su marca en países como Costa Rica, Ecuador, Colombia, Nicaragua, México, Turquía, el Principado de Andorra, la República Popular China, así como en España, donde en 1992 alcanzó el segundo premio en el Primer Certamen Internacional de Coreografías y Danzas Españolas y Flamenco, aparece nítidamente la influencia del flamenco en sus propios ritmos.

Felices de poder entregarse nuevamente a su público, ha regresado el Ballet Español de Cuba a la sala histórica del Teatro Nacional de Cuba donde han dejado en el tiempo una estela de buen gusto, tradición y una profesionalidad que llega de mano de ese enorme bailarín, coreógrafo y director que es Eduardo Veitia, sin lugar a dudas un alumno muy aventajado de la maestra Alicia Alonso, que ha sido siempre inspiración, guía y brújula en el amplio diapasón de su trabajo escénico.

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