El pasado 7 de abril, los dos centenares de emigrantes que residen en el Hogar Español de Montevideo recibieron a los más de dos millares de personas y más de un centenar de artistas que participaron en la tradicional romería que se organiza a favor de esta entidad que es el buque insignia de la colectividad española en Uruguay.
Los directivos que preside el pontevedrés Ángel Domínguez prepararon todo para que las puertas del Hogar Español se abrieran de par en par dejando que más de dos millares de visitantes disfrutaran del jardín, con árboles declarados de patrimonio natural por parte del municipio de Montevideo, además de una gastronomía de cada una de las regiones de España y la popular carne y chorizos a las brasas típicamente de esta región.
Así fue como, dejando una entrada menor a 3 euros en la puerta, adentro podrían participar de la propuesta gastronómica de riojanos, castellanos y leoneses, la paella valenciana y la pontevedresa, las tortillas de Bergantiños, el chorizo de los ourensanos, las exquisiteces de los baleares y tantas otras propuestas regionales que cada club español montevideano presenta.
Las bebidas y algunas tapas de pescado, fiambres y quesos, eran despachadas por varios directivos del Hogar y otras instituciones en un concurrido bar que, a las tres horas de despachar casi agotó el agua sin gas. Una queimada preparada por el ‘brujo’ del Centro Gallego sirvió para saciar la sed de muchos de los asistentes.
Pero además, la propuesta artística llevada adelante por Walter Echenique que con su animación y compromiso con el Hogar Español, lleva a que cada uno de los momentos para bailar, la pista se llene, aunque tiene que luchar mucho para vaciarla cuando los artistas del escenario así lo requieren.
Sobre las tablas la rondalla de la Asociación Comunidad Valenciana realizó un desfile por varias regiones de España y también el Río de la Plata, con temas que recordaron la poesía que más emociona a los emigrantes.
Como solista, uno de los expresidentes del Hogar, José María García, adornó el jardín de los abuelos junto al músico Roque Cocina, con sus dos patrias y la morriña gallega que los ojos demuestran llenándose de lágrimas cada vez que escuchan esos temas.
Pero fueron los músicos y bailarines de Casa de Galicia, Centro Gallego, Valle Miñor, Centro Pontevedrés, Alma Gallega, Centro Asturiano Casa de Asturias, el Espacio Cultural Islas Canarias Identidad Guache, Patronato da Cultura Galega y los romeros que salieron a bailar en cada oportunidad que la música les llamaba, quienes le pusieron el color y aroma español a la tarde.
Es que resulta grato ver como los dos centenares de emigrantes que allí residen son arropados por sus familiares y por muchos amigos que van a buscarlos por las habitaciones y los traen a bailar, a algunos incluso en sillas, o simplemente comen junto a ellos. También se descubre el otro extremo de la vida cuando se comprueba como las pequeñas bailarinas y bailarines van creciendo y continúan con el arte de sus abuelos, muchos incorporándose a las bandas de gaitas o a los grupos de panderetas o percusión.
Antes de caer el sol, los romeros se marcharon, los fuegos se apagaron y comenzaron a desarmarse todas las instalaciones para dejar el jardín en condiciones de recibir al día siguiente a los residentes que por allí pasean, algunos acompañados de familiares y otros, sin ellos, con la compañía de amigos del Hogar o personal rentado para ello. Pero lo más importante será el recuerdo que tengan de esta jornada todos esos residentes que habitualmente no reciben visita y que para ellos estos dos millares de romeros fueron su visita.
Feliz de acompañar a los abuelos y ser parte de,esta gran flia de España, revive la emoción, los recuerdos, la.música y las danzas vibran el alma, si que las lágrimas llegan, pero entre tantas caras conocidas el alma de España, de aquellos soñadores inmigrantes nos enseñaron a querer su patria. Gracias abuelo Mariano por tu legado de amor.