Con la Ley en la mano

¿Democracia frente a ley?

Por Ricardo Martínez Barros

Ricardo Martínez Barros.

“Creo que no sabemos lo que es hoy la democracia”. Así de contundente se expresa Masha Gessen, una de las periodistas más prestigiosas del mundo, igual de crítica con el actual presidente de EE.UU., en donde vive, como con el régimen de Putin, de donde procede por su ascendencia ruso-judía.

Democracia (poder del pueblo) es un sistema de gobierno en donde las decisiones son tomadas por la Asamblea del pueblo (demos –pueblo; kratos-poder), tal como lo definió la Grecia clásica (s. V. a. C). Pero en aquella democracia se excluían a las mujeres, a los esclavos y a los extranjeros. Y en muchas de las democracias actuales se excluye al disidente. Por lo tanto ¿qué es la democracia si el “gobierno del pueblo” ya no es ni gobierno ni del pueblo, sino de los medios, de las redes, de las news fakes? Y ¿qué es la ley enfrentada a la democracia? Difícil dilema que gracias a los agitadores del “procés” se ha resuelto de manera magistral “la democracia siempre está por encima de la ley” (Meritxell Borrás, consejera de Gobernación y otro de la Generalitat).

De manera que, llegados a este punto, la pregunta que encabeza este artículo no es baladí. Y si fuese cierto que la democracia está por encima de la ley, habría que preguntarse para qué sirven las leyes, pues cada vez que uno considera que una ley no encaja en su programa, echa mano del voto asambleario (el poder del pueblo) y ya alcanza la ecuación perfecta. Y una vez alcanzada la democracia por la votación del pueblo (posiblemente sobrarían las leyes electorales y los controles en la votación, porque la voz del pueblo es la voz del pueblo) habría que dotarla de algún instrumento regulador y controlador que ya no llamaríamos leyes sino “directrices” que se elaborarían al capricho del que las redacta, y si esas no gustan, aquel ofrecería otras, como en aquel pasaje de los hermanos Marx.

¿Qué es hoy DEMOCRACIA? Porque el término impregna decenas de sistemas que rigen la vida de millones de ciudadanos: República Popular Democrática de Corea del Norte, República Democrática del Congo, de Siria, etc. Si pensamos en los regímenes de estos países el exabrupto de la consejera catalana hasta parece sensato. Y si es así, yo invito (sólo de forma virtual) a los emigrantes españoles que en estas próximas elecciones “se olviden del voto rogado” y ejerzan su derecho a decidir en la forma “democrática” que consideren adecuada, porque esos votos “democráticos” estarían por encima de la ley (¿). El siguiente paso ya sería que el pueblo vote para no pagar impuestos o rechazar las cuotas de las hipotecas. Basta que se ejerza el “voto soberano del pueblo” y ¡zas! desaparecen los impuestos, el pago de las hipotecas, las cuotas comunitarias, y hasta el derecho a morir, ¿por qué no? Hasta aquí llega la estupidez humana. Por eso me van a permitir que cierre este artículo como lo he iniciado: Creo que no sabemos lo que es hoy la democracia.

Ricardo Martínez Barros es el fundador del Despacho Martínez Barros en Vigo, uno de los más prestigiosos y grandes de Galicia, formado por abogados gallegos. Director de los servicios jurídicos del R.C. Celta y Vicepresidente en su día. Persona ligada a la emigración con más de 1.500 artículos publicados en varios medios.

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