Cerró Casa de Galicia de Montevideo y se rematará su hospital por 18,5 millones de euros

El patrimonio cultural de la entidad no entrará en la subasta de bienes y será gestionado por la asociación civil ‘A Casa de Galicia centro histórico-cultural’

La policía custodiaba el hospital de Casa de Galicia el día del cierre el pasado 31 de marzo.

El hospital de Casa de Galicia fue cerrado a las 18 horas del 31 de marzo, previo traslado de todos sus pacientes internados allí y con una férrea custodia policial para evitar el ingreso de extraños al mismo. Mientras que aún hay un millar de médicos y trabajadores que no han sido distribuidos entre los centros asistenciales que “se llevaron” los socios de la mutua gallega, la justicia uruguaya ya publicó el remate judicial del hospital con una base de 20 millones de dólares (unos 18,5 millones de euros), y permitió crear una asociación civil para resguardar el patrimonio y archivo de la centenaria institución gallega.

La última semana de marzo quedará marcada en la historia de la colectividad gallega de Uruguay como tan trágica como lo ha sido la misma emigración. Es que una mutualista creada por un puñado de emigrantes en octubre de 1917 para dar cobijo sanitario y difundir la cultura de Galicia en Uruguay, que se convirtió con el aporte económico de centenares de ellos en un centro asistencial que llegó a tener más de 100.000 asociados, y contó con el hospital más desarrollado de la diáspora gallega, cerró definitivamente sus puertas a las 18 horas del 31 de marzo por orden judicial y con la complacencia del Gobierno y la mayoría del Parlamento uruguayo.

Si bien todo había comenzado el 15 de octubre del año pasado, cuando la directiva que presidía Alberto Iglesias informaba a sus asociados que “nuestra institución ante la legalidad de un estado de derecho, republicano, en el que creemos y al que nos sometemos, se presenta ante el Juzgado letrado de primera instancia de Concursos (Ley 18.387) para defender nuestros legítimos intereses y para intentar acceder a las garantías que el Ministerio de Salud Pública en sus decisiones, no nos proporciona”. Esa defensa no fue tal y culminó con la liquidación judicial de la mutua centenaria.

El lunes 28 de marzo la policía desplegó decenas de efectivos en las instalaciones del hospital de Casa de Galicia para evitar cualquier manifestación dentro del mismo, así como también que pudieran entrar personas ajenas a la asistencia sanitaria.

Sin embargo, eran los socios y trabajadores los únicos que lo frecuentaban, ya que el martes 29 comenzaron a trasladar a los pacientes internados a los hospitales adonde fueron destinados por el Gobierno de Uruguay.

Si bien los sindicatos, de médicos por un lado y de trabajadores no médicos por otro, estaban negociando con el Gobierno la forma de mantener los puestos de trabajo tal como fue la voluntad de los legisladores que hicieron la ley que liquidaba a la mutua gallega, al final de la semana aún se mantienen unos 700 médicos y 300 empleados de administración y de servicio del hospital sin trabajo a partir del 1 de abril.

Los socios colocaron globos blancos a la entrada del hospital el mismo día del cierre.

Pero en esta oportunidad no estaban recorriendo el sanatorio de Sayago los socios que en esta oportunidad no llegaban para manifestar que el Gobierno recibiera al inversor que podía salvar a Casa de Galicia, o para que el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, cumpliera su palabra del mes de octubre cuando dijo que Casa de Galicia continuaría después de la intervención, sino que arribaban a saludar a la gente, a los empleados que estaban atendiendo en las cajas, en el laboratorio, y hasta buscaban a sus médicos para despedirse de ellos, porque muchos no podrán atenderles en la institución médica que el Gobierno les designó.

La tristeza y el dolor deambulaba de los socios de Casa de Galicia por los rincones del hospital que les vio sufrir cuando algún pariente estaba convaleciente o alegrarse cuando sus hijos nacían en la maternidad. El caos de semanas atrás había dejado paso al mudo dolor que reinaba en una institución que muy alejada estaba de aquel festejo por los cien años que se celebrara en octubre del 2017.

A las 18 horas del 31 de marzo, trabajadores y socios se agruparon frente al hospital de Sayago donde colgaron globos blancos con el logo de Casa de Galicia y les firmaron como forma de despedirse de la institución.

El remate ya se publicó

La ley 20.022 que dispuso el cierre de Casa de Galicia, dejó establecido determinados preceptos que la justicia tiene que respetar para no desvirtuar el patrimonio sanitario de la mutua gallega.

Justamente el síndico, Fernando Cabrera, aclaró sobre la publicación del remate del hospital de Sayago y la Quinta de Galicia, que están en el mismo padrón, que se ha puesto la base de 20 millones de dólares (unos 18,5 millones de euros), pero se hará una calificación de los oferentes que deberán tener experiencia sanatorial, para que la finalidad de este no se desvirtúe y continúe siendo un hospital.

Si bien la base es reducida, estima que se logrará conseguir más dinero en el remate para poder saldar la deuda estimada de Casa de Galicia de alrededor de 65 millones de euros, Cabrera afirmó que, también sumando los demás bienes de la mutua, se podrá alcanzar los 50 millones de euros, por lo que se va a estar en un punto en el que “no hay de donde sacar” más dinero para pagar a los acreedores.

Los bienes culturales de Casa de Galicia se salvarán

El síndico Cabrera también aseguró que en el llamado se incluyen todos los bienes muebles que están en el sanatorio: “Todo el equipamiento médico”.

Aclarando que “no estamos incluyendo los que tienen valor cultural. Todos esos, para darle tranquilidad a esa importante colectividad (gallega), no están y estamos buscando alguna alternativa que permita salvaguardar todo lo que es cultural y de la propia colectividad”.

De esta forma queda la voluntad de los integrantes de la Comisión de Cultura de Casa de Galicia que buscaban salvar el patrimonio cultural de la institución, así como también todo el archivo de la centenaria mutua que fue entre otras tantas aportaciones, el lugar donde se formó el gobierno gallego en el exilio el 15 de noviembre de 1944.

Este martes se constituirá la asociación civil ‘A Casa de Galicia centro histórico-cultural’ que será la encargada de administrar los bienes culturales de la ejecutada mutua gallega, desde los trajes, gaitas, panderetas, hasta los archivos, cuadros y esculturas que han sido adquiridas con el dinero aportado por los socios de la mutua gallega.

UN comentario en “Cerró Casa de Galicia de Montevideo y se rematará su hospital por 18,5 millones de euros

  1. Qué más se puede agregar a esta triste noticia, sólo agrader y recordar a todos los socios (entre ellos mis padres, sobre todo mi padre que siempre luchó y contribuyó al funcionamiento de la Institución; falleció en 2020 a los 92 años y así como tantos gallegos, culminó su vida en el amparo de la asistencia de su querida Casa de Galicia). Inmensa tristeza por esta noticia.

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