El Centro Pontevedrés de Montevideo, la institución gallega que nació hace sesenta años como un equipo de fútbol para competir en la Liga Española de Montevideo, ha construido una sólida entidad que agrupa y da cobijo no solamente a sus compatriotas, sino que también está afincada en el barrio donde tiene su sede social.
El pasado 13 de octubre los pontevedreses presididos por Ángel Domínguez, celebraron sus sesenta años de vida con una cena-baile en su sede social ubicada estratégicamente en las inmediaciones del Prado, Paso Molino y Capurro, símbolo de un Montevideo de mediados del siglo pasado, conservada y ambientada para fiestas como muy pocas.
Acompañando a los presididos por Domínguez, acudieron al evento el cónsul español José Rodríguez Moyano, el presidente de la Federación de Instituciones Españolas del Uruguay (FIEU), Jorge Torres Cantalapiedra, el consejero de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Benito Díez Arce, la alcaldesa del municipio C montevideano, Susana Rodríguez, y directivos de todas las instituciones. Todos ellos pudieron disfrutar con un marco de público que colmó las instalaciones de una cena-baile en la que, además, actuaron los cuerpos de baile de la institución que dirige Elizabeth Polak.
En su alocución, Domínguez agradeció su presencia a todos los asistentes y deseó una pronta recuperación a Valentín López, su predecesor, que supo llevar adelante la institución durante varios años y que por un quebranto de salud tuvo que dejar el puesto.
Saludos y plaquetas de otras instituciones como Alma Gallega, Centro Gallego, Centro Asturiano Casa de Asturias, Comunidad Valenciana y Centro Español de Maldonado, llenaron de emoción a los socios del pontevedrés que se sienten rodeados de gran afecto de la colectividad gallega y de la española en general.
Por su parte, el cónsul José Rodríguez Moyano confesó que “me siento un gallego más en esta celebración”, afirmando que “la semilla que habéis sembrado tenéis hoy el orgullo de estar cosechando”.
Explicó que “es necesario que todas las instituciones, que tantos años de sacrificio ha costado a sus fundadores mantenerlas, asegurarles un futuro uniendo sus fuerzas para perpetuarse en el tiempo y no desaparecer”.
Moyano informó que “para eso se está trabajando en una ‘Fundación España’ y estoy seguro de que personas que han creado instituciones como esta, con sesenta años, otras con cien, y hasta 165 años, van a ser capaces de perpetuarse en el tiempo para que España viva en los corazones de sus hijos y nietos”.
La fiesta continuó durante la madrugada del domingo con un baile recordando músicas del siglo pasado y las actuales, que dejaron vacías las mesas donde se deleitaron los comensales culminando con la tarta por los sesenta años del Centro Pontevedrés de Montevideo.