Unas 5.000 personas asistieron a la 29º Fiesta Rociera del Centro Peñarroya de Vilvoorde

La colonia andaluza recupera este evento tras tres años de parón por la pandemia

Centro Peñarroya Vilvoorde
La imagen de la Virgen del Rocío entrando en la iglesia.

Después de una pausa obligada de tres años debido a la pandemia, el Centro Peñarroya de Vilvoorde organizó el pasado 27 de mayo la gran Fiesta del Rocío en honor a la Blanca Paloma y que ha podido contar con la asistencia de cerca de 5.000 personas que llegaron desde Vilvoorde y otras ciudades belgas ya que, según nos contaban, habían echado mucho de menos este gran acontecimiento que tan popular se hizo en Bélgica durante 29 años.

La primera fiesta rociera fue en el año 1991, debido a una idea lanzada por dos jóvenes andaluces socios del Peñarroya, Enrique Grueso y Juan Carlos Carrillo. Este acontecimiento se llevó a cabo en una pequeña iglesia de Uilenspiegel, un barrio muy popular en Vilvoorde, continuando la primera fiesta en una pradera del lugar llamado FarWest contando con la presencia de unas doscientas personas, entre ellas el entonces primer ministro belga Jean Luc Dehaene.

Ahora, después de tres años de parón, se ha vuelto a celebrar gracias al tesón y coraje de tres mujeres andaluzas socias del Peñarroya, Ingrid Garcia, Loly Ortiz y Nanci Espino ya que, tras el cierre oficial de la entidad, ellas han seguido luchando por conseguir unos nuevos locales y poder continuar con la celebración de la Fiesta Rociera que tan buen nombre ha venido dando a la ciudad de Vilvoorde durante tres décadas. También han celebrado la fiesta aniversario y el carnaval, pese a no tener locales, alquilando una sala para ello.

Centro Peñarroya Vilvoorde
Recepción en el Ayuntamiento de Vilvoorde a los organizadores de la Fiesta del Rocío.

Los actos de esta 29ª edición de la Fiesta del Rocío se iniciaron con una recepción en el Ayuntamiento de Vilvoorde donde el alcalde, el socialista Hans Bonte, y varios de sus concejales dieron la bienvenida a una delegación del Peñarroya y cuatro representantes de la Consejería de Trabajo de la Embajada de España en Bélgica. Acto seguido se pudo dar el pistoletazo de salida a los actos programados por los responsables que consistían en una misa celebrada por dos sacerdotes belgas, que recibieron a la imagen de la Blanca Paloma –que al igual que en anteriores ocasiones fue expuesta ante el público que abarrotaba la Iglesia de la Inmaculada de Vilvoorde–, siendo el Coro Rociero de Vilvoorde el que entonaba la Salve Rociera y otras canciones populares religiosas.

Centro Peñarroya Vilvoorde
Coro rociero.

Tras la misa, la Blanca Paloma fue llevada en procesión por las calles de la ciudad acompañada por varios cientos de romeros despertando la curiosidad y simpatía del público belga que no cesaba de aplaudir al paso de la comitiva. Una vez llegados al lugar donde durante toda la jornada se celebrarían los festejos, la Virgen del Rocío fue recibida por el grupo musical de turno con la Salve Rociera que, como ya es acostumbrado, pone a más de uno la carne de gallina, como se suele decir. La fiesta continuó con diversas actuaciones de grupos de flamenco, una orquesta y productos típicos de la gastronomía española.

Para finalizar, cabe reseñar la gran labor del grupo de trabajadores y colaboradores que durante toda la jornada bregaron, tanto en las cocinas como en la atención a los asistentes, para que todo saliera impecable, como así ha sido.

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