El Centro Euskaro de Montevideo conmemora su 112º aniversario

Organizó una charla sobre los fueros vascos a la que asistió el embajador de España en Uruguay, Santiago Jiménez

Centro Euskaro de Montevideo
En el centro, Santiago Jiménez, Silvia Ortone y Jorge Torres con otros directivos brindando por el 112º aniversario.

El 112º aniversario del Centro Euskaro de Montevideo contó con la presencia del embajador de España, Santiago Jiménez, quien por primera vez visitaba la institución, asistiendo a la exposición sobre los fueros vascos estudiados desde la época romana.

Con una sala abarrotada de vascos, navarros y descendientes, en una noche fría del pasado 29 de junio, la sede del Centro Euskaro de Montevideo tuvo el calor, el entusiasmo por conocer algo más de aquella tierra lejana que sembró tanta emigración desde los inicios de la colonización española en el Río de la Plata, y celebrar los 112 años de existencia de la institución.

El Centro Euskaro es una institución fundada por emigrantes vascos en el año 1911 con el fin de mantener y divulgar las costumbres de su pueblo.

Sin embargo, no fue la primera sociedad de su tipo que se conoció en Uruguay, ya que la precedieron en 1876 Laurac Bat, en 1882 Caja Vasco Navarra de Reempatrio, en 1883 el Centro Vascongado, en 1885 la Sociedad Euskara, en 1892 reaparece Laurak Bat, en 1901 Bizi on Bat, todas ellas en Montevideo, en tanto en el interior del país en San José de Mayo, se funda en 1887 Euskaldunak Bat.

Diversas vicisitudes llevaron a que desaparecieran las instituciones mencionadas, pasando casi diez años de silencio dentro de la colectividad vasca en esta margen del Plata, hasta que un grupo de jóvenes tuvo la idea de formar un centro, que se cristalizó el 29 de junio de 1911 cuando en una sesión solemne quedaron aprobados los reglamento del Centro Euskaro donde se establecía que el fin era “formar centros de reunión, instrucción y recreo destinados a los naturales de las cuatro provincias hermanas: Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Navarra”.

La primera sesión se llevó a cabo al día siguiente en un local de la calle San José y Río Negro, en tanto la segunda sesión de la novel institución se realizó en un local del socio Luis San Martín Gogorza.

El 25 de noviembre de 1911 se inaugura la primer sede social en la calle Nueva York en el barrio de la Aguada en Montevideo.

Un año más tarde y a pedido del socio Enrique de Bilbao, se aprueba el cambio del nombre de la institución por Centro Euskaro Español, pero 79 años después, el 16 de marzo de 1994, una nueva asamblea de socios resuelve volver a la denominación con que fue fundada y así se le conoce desde entonces a la institución que hoy presiden Silvia Ortone, como Centro Euskaro.

Centro Euskaro de Montevideo
Un momento de la charla.

En el año 2007 la institución debió vender el predio y la amplia sede que habían adquirido en 1919 en el barrio Larrañaga donde se había plantado un retoño del roble de Gernika que fuera sembrado apenas a un año de su inauguración.

Esta sede ha marcado la juventud de varias generaciones de uruguayos y españoles del siglo pasado, ya que allí se realizaban veladas bailables con orquestas en vivo que reunían a miles de asistentes amparados por la comodidad de las instalaciones.

La sombra del venerado roble era un apacible mensaje para quienes disfrutaban de veladas literarias y musicales, de los esperados vermut bailables de los domingos, en la conmemoración del onomástico de San Fermín patrono de Navarra, que al son de las “dultzainas, txistus y tamboriles, los hijos del antiguo reino se sentían transportados a las calles de Pamplona para revivir la más afamada y entrañable festividad navarra”.

Ya en enero de 2008, los socios del Centro Euskaro adquieren la actual sede en la calle Bacigalupi en la zona de La Comercial, conquistando a partir del 14 de diciembre del 2010 el reconocimiento por parte del Gobierno vasco como ‘euskal etxea’, haciéndola participe del derecho a solicitar subvenciones.

En la noche de su 112 aniversario, la presidenta Silvia Ortone dialogó con España Exterior explicando “lo importante que es poder celebrar”, puntualizando el objetivo que tienen de “seguir expandiendo nuestra cultura que es lo más importante”, para lo que “estamos aprovechando las tecnologías nuevas gracias a que se integraron en la directiva gente joven que nos está mostrando estas posibilidades”.

Aseguró que, con el uso de la tecnología, “podemos expandirnos mucho más y eso para nosotros es gratificante, máxime cuando se hace todo a pulmón y con unas ganas impresionantes porque venimos felices a planificar las próximas charlas y que es lo que podemos hacer”.

Como ejemplo puso “a Baldomero que tiene 94 años y es el espíritu de la directiva”. Puntualizando que en esta casa vasca “tenemos actividades abiertas a todo el que quiera venir, como es el mus que enseñamos a jugar, la danza y música vasca, así como también la enseñanza del euskera”, añadiendo que “no se necesita ser vasco para venir, cualquiera lo puede hacer que será bien recibido porque nosotros lo que queremos es difundir nuestra cultura”.

Aseguró que “somos una familia y, por ejemplo, la profesora de euskera no tiene origen vasco, pero tiene un amor por todo lo vasco que es maravilloso”.

Los fueros vascos

La jornada de celebración del aniversario posibilitó la presencia por primera vez del embajador Santiago Jiménez, así como también el presidente del Consejo de Residentes Españoles (CRE), Jorge Torres Cantalapiedra, que es hijo de una emigrante vasca, así como también muchos emigrantes y descendientes que estaban ávidos de escuchar al abogado y catedrático Daoiz Uriarte quien disertaría sobre los fueros vascos. Uriarte es abogado, profesor y político uruguayo del Frente Amplio, fue diputado y ocupó varios cargos en entes estatales.

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Daoiz Uriarte, Santiago Jiménez, Silvia Ortone y otros directivos.

Sus compañeros del secundario ‘Héctor Miranda’, que casualmente funciona frente a la actual sede del Centro Euskaro, le apodaban “vasco” para evitar equivocarse al decir su apellido, pero además porque era hijo de emigrantes.

En esta oportunidad, se dirigió a quienes ocuparon toda la sala para hablar de los “fueros vascos”, sobre los que dijo que su defensa “ha sido la lucha histórica por la descentralización y la limitación del poder”.

Asegurando que con ellos se “mantiene una identidad cultural, histórica y política dentro del marco de la diversidad hispánica”, aclarando que se bregaba por “una autonomía que asegure el mantenimiento de los valores histórico-culturales, y las libertades originales”.

Tras el desglose de cómo se fueron conformando aquellos fueros desde la época de los romanos hasta la actualidad, Uriarte concluyó afirmando que “la autonomía fue una forma singular de los vascos de mantener su libertad, sin dejar de pertenecer a la sociedad española, pero manteniendo su capacidad de resolver democráticamente sobre sus políticas públicas, instituciones y cultura, generando una sociedad con altos niveles de desarrollo económico y social”.

La finalización de la celebración fue con un vino de honor y unos pinchos, culminando con la torna aniversario que, como no podía ser de otra forma, tenía dibujado el roble de Gernika, cuna de los fueros vascos, símbolo de fuerza, entereza, sabiduría e identidad.

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