La Sección 5 de la Sala Contenciosa del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña acordó definitivamente el 29 de enero mantener la convocatoria de elecciones al Parlament para el 14 de febrero al estimar los recursos contra el decreto del Govern -se presentaron más de media docena- que las aplazaba hasta el 30 de mayo por motivos sanitarios, y después de haber decretado mantener de forma provisional el 14-F al resolver la petición de medidas cautelares.
La Generalitat puede presentar un recurso contra esta decisión ante el Tribunal Supremo, pero no implicaría suspender la decisión del 29 de enero, por lo que el 14-F se mantendría igualmente. El tribunal se ha pronunciado en el mismo sentido que defiende la Fiscalía, que en su informe consideró que el decreto del Govern que aplazó las elecciones infringe la normativa electoral y podría afectar al derecho a voto, como alegaron los recurrentes.
Por ello, el pasado día 29 comenzó la campaña electoral más atípica y surrealista que se recuerda. Además de lo anterior, cabe citar que la legislación permite saltarse los confinamientos decretados ante el agravamiento de la pandemia para asistir a mítines y que los positivos por coronavirus tendrán un horario especial para votar en los colegios electorales, teniendo que protegerse con EPIs los miembros de la mesa.
Y por si esto fuera poco, la Generalitat, en contra de la opinión de la fiscalía y del Supremo, permitió la salida para hacer campaña de los políticos presos por el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017, que incluso se reafirmaron en sus hechos delictivos y alguno aseguró que lo volverá a hacer.
La gravedad de la crisis sanitaria se presenta como una gran dificultad para la participación y aumenta el riesgo de una abstención récord. Aunque las solicitudes de voto por correo, para evitar multitudes y peligro de contagios, han aumentado más de un 80% en los últimos días con respecto a los anteriores comicios autonómicos de 2017.
Ningún cabeza de lista de los partidos políticos repite. Pere Aragonès (ERC), Salvador Illa (PSC) y Laura Borràs (JxCat) se presentan como los favoritos para imponerse, según unas encuestas que pronostican casi un triple empate. Quizá con más votos para el PSC aunque más escaños para ERC, por el diferente valor de las papeletas en las provincias pequeñas, más proclives al independentismo.
Illa se presenta como la opción para romper el bloque soberanista, aunque los partidos de centroderecha desconfían y avanzan que pactará con los independentistas de ERC si tiene opción de sumar con En Comú Podem. Ciudadanos se juega una caída histórica tras haber ganado sido el más votado hace cuatro años y el PP confía en la remontada frente a las aspiraciones de Vox de superarlos. Una vez más, el constitucionalismo no va de la mano frente a los partido rupturistas.