Simbólicamente quedó reinaugurado el viejo hospital de Casa de Galicia que hace cien años unos gallegos emprendedores construyeron para dar cobijo a sus paisanos. Ahora, según explicó su presidente actual, Alberto Iglesias -nieto de uno de aquellos fundadores- “pretendemos crecer y alcanzar el sueño de que no solo los gallegos de todo el Uruguay se atiendan en Casa de Galicia, sino también los de Argentina”.
La mañana del lunes 9 de diciembre acudían a los fondos del hospital de Casa de Galicia en el barrio de Sayago, oeste de Montevideo, médicos, dueños de laboratorios de medicamentos, empleados y socios de Casa de Galicia, todos los que, de una manera u otra, tuvieron la paciencia en estos últimos veinte años para poder ver como la mutua médica de los gallegos de Uruguay renacía de las cenizas. Pero también llegaban políticos, el expresidente Julio María Sanguinetti y varios senadores electos en los últimos comicios celebrados en el país.
Y es que naturalmente el proyecto que ha encarado Casa de Galicia con la presidencia de Alberto Iglesias, y que en exclusiva divulgara España Exterior en febrero de este año, ha concitado la atención de todos los actores políticos uruguayos, desde el gobierno actual con el apoyo del presidente Tabaré Vázquez, confirmado por Iglesias en su alocución, y la ayuda que le dio el actual director general de los servicios de salud estatales, Marcos Carámbula, a quién también agradeció públicamente que le hubiera recibido en su casa de Las Piedras cuando fue electo presidente de Casa de Galicia, y los consejos que le brinda habitualmente.
Con este ambiente y con la maqueta de la nueva construcción que están proyectando hacer en la sede central de Casa de Galicia, donde funcionará además de una emergencia modelo para el centro capitalino uruguayo, también una oficina del banco Abanca, la sede de la Asociación de Empresarios Gallegos del Uruguay, un piso para todas las instituciones gallegas federadas y un restaurante. La intención de Iglesias es que “los gallegos de Argentina vengan también a pasear a Montevideo y disfruten del menú gallego” y afirmó que “el presidente Feijoó nos prometió que cada seis meses vendrá un chef gallego para incorporar nuevos platos”.
Como se podrá ver, el proyecto es ambicioso, pero avanza a paso firme. En esta jornada se aumentó el piso hospitalario del sanatorio de Casa de Galicia, ya que en el remozado viejo hospital se instalaron todas las secciones administrativas que funcionaban en el sanatorio, además de dejar un par de salas de museo, como lo es el primer quirófano de aquel lejano 1919 y los instrumentos que usaban los médicos de la época.
Iglesias quiso también agradecer al presidente Tabaré Vázquez, que se excusó de acudir por razones de agenda, sobre quién dijo que “honró sus promesas y hoy ya hemos firmado el fideicomiso que nos permitirá comenzar estas obras que harán que Casa de Galicia vuelva a estar en el sitial que tenía a mitad del siglo pasado”.
Tozudo como gallego
Antes de la inauguración, Alberto Iglesias dialogó con España Exterior, explicando que “estamos muy contentos del apoyo que hemos recibido desde el primer momento” en aquella asamblea de febrero en la que se aprobó el inicio de la reformulación de la sede central.
Confesó emocionado que “nuestros mayores, entre los que está mi abuelo paterno, que hace cien años comenzaron esta obra que hoy estamos reinaugurando” y afirmó que la intención es “testimoniar con la recuperación de la misma el respeto que tenemos por aquellos que supieron soñar y soñaron cosas muy grandes desde la modestia que tenían. Y me consta porque salieron de la montaña, bien rústica y dura, y acá encontraron felicidad y formaron sus hogares, proyectaron la manera de solidarizarse entre iguales. Y aquellos gallegos que salieron de esos lugares tan rústicos, supieron encontrar un camino de entendimiento y sueños, y esta fue la primera obra que les llevó veinte años”.
Aseguró que “nadie se da cuenta del esfuerzo sostenido que tuvieron que hacer para construir estos mil metros que les representaba a ellos poder tener salud y darle salud a sus familias, y ellos, que soportaban los trabajos duros porque no venían a hacer trabajo de escritorio, porque venían a hacer los trabajos que hacen los emigrantes y máxime cuando no tenían formación escolar”.
Iglesias explicó que “esto es un ejemplo del amor que sintieron en su momento aquellos gallegos. Estamos tratando de homenajear eso y si podemos repetirlo modernizando a Casa de Galicia y a su sanatorio”.
Al respecto explicó que, con el desplazamiento del sector administrativo, se ganará en el sanatorio para una ampliación del 50% del CTI y la duplicación del área de la emergencia, que brindará ambos sectores una ayuda calificada para la región montevideana que cuenta con más de medio millón de habitantes y que no tiene la atención sanitaria suficiente.
Por otra parte, informó que también se dará un espacio más agradable para los pacientes que tienen que dializarse, con un confortable ambiente que reduzca sus padecimientos, así como también se concretará la mejora en la hotelería hospitalaria, que dijo que será “la mejor del país”.
Puntualizó que “se buscará volver el orgullo a toda la barriada de Sayago, Colón, Lezica, el Cerro, La Teja, el Prado, barriadas que eran de Casa de Galicia en la década del sesenta y del setenta donde fuimos los pioneros en la medicina del Uruguay, cuando por ejemplo fuimos los primeros en realizar un trasplante de corazón y aún somos los únicos en Uruguay, donde en este año llevamos seis casos todos con resultados positivos”.
En enero se anunciará un paso muy audaz ya que, según pudimos saber extraoficialmente, Casa de Galicia comprará parte de las acciones de una de las clínicas de lucha contra el cáncer más grandes del país.
Iglesias también fue más allá, ya que se continúan haciendo convenios en el interior del país para que mutuas y centros médicos que atienden a pacientes fuera de Montevideo, también puedan hacerlo en las instalaciones de Casa de Galicia.
Pero puntualizó que “estamos buscando que Casa de Galicia vuelva a ser referente en todo el país y nos atrevemos a soñar con la región. En Argentina la colectividad gallega quedó sin su centro de salud y vamos a ver si somos capaces, convenio mediante, de lograr estar con presencia en Argentina y ofrecer que puedan ser socios y tener la hotelería hospitalaria que tenemos en Montevideo y los tratamientos de prevención que estamos proyectando”.
Finalmente recordó que Casa de Galicia se hizo con mucha solidaridad, empeño y tozudez de aquellos gallegos emigrantes de inicios del 1900, y hoy Casa de Galicia renace “con lo mismo, tozudos, somos gallegos, no vamos a negar nuestros orígenes, es motivo de nuestro orgullo y satisfacción, y vamos a demostrar que se puede con la misma fuerza o parecida a la que tuvieron nuestros abuelos, para dar la mejor casa de salud del Uruguay”.
Fantastico renacer y consolidación de La Casa de Galicia de Montevideo
Sensacional!!!! Toda la familia Barral Canale seguimos sintiéndome orgullosos de la institución. Nunca dudamos en quedarnos y soportar todas los inconvenientes confiando siempre en que serían superados y que el personal médico y humano eran y son del primer nivel. Cosa que no se debe perder. Que la distingue sobre otras instituciones. Gracias!
La fidelidad de los socios de Casa de Galicia y el recuerdo vivo de quienes la fundaron se merecian un dia como el que vivimos.
Sin duda el primero de muchos que vamos a vivir en esta nueva etapa.