Con la presencia de Ángel Martín Peccis, embajador de España en Cuba, se efectuó el pasado 15 de marzo la imposición de la Orden de Isabel la Católica en su grado de Cruz de Oficial, a la destacada educadora cubana y miembro prominente de la comunidad española Cuba, Carmen Ana Almodóvar Muñoz.
En la solemne y sencilla ceremonia, celebrada en la Embajada española en La Habana, también participaron la consejera Cultural de la Embajada, Laura López García; la presidenta del Consejo de Residentes Españoles en Cuba (CRE), María Antonia Rabanillo; familiares de la condecorada y funcionarios y trabajadores de la Consejería Cultural de la Embajada.

Una vez finalizada la lectura del Real Decreto, donde se destacan “méritos y circunstancias” de la galardonada, la consejera Cultural, Laura López, impuso la insignia de la Orden de Isabel la Católica a la reconocida profesora. Visiblemente emocionada, Carmen Almodóvar agradeció a todas las personas que contribuyeron con la entrega de esta condecoración y tuvo en ese momento un recuerdo muy especial para sus padres, ambos españoles, quienes “me inculcaron desde muy pequeña el amor, no solo a España, su patria de origen, sino también el amor por Cuba, la patria donde yo nací”. Asimismo, recordó a todos los embajadores y consejeros culturales de España que han pasado por Cuba, entre ellos Gumersindo Rico y Juan Francisco Montalbán, y a “todos los que colaboraron con nosotros a lo largo de todos estos años para mantener vivas las raíces españolas en Cuba y estrechar y fortalecer los vínculos de amistad entre nuestros pueblos”, concluyó.
La Orden de Isabel la Católica se creó el 14 de marzo de 1815 por el rey Fernando VII con el nombre de Real Orden Americana de Isabel la Católica. Aunque tuvo un origen militar, en 1847 se transformó en un reconocimiento civil para ciudadanos de ultramar y se le cambió el nombre a Real Orden de Isabel la Católica. Hoy se rige por un decreto de 1998 que establece que “tiene por objeto premiar aquellos comportamientos extraordinarios de carácter civil, realizados por personas españolas y extranjeras, que redunden en beneficio de la Nación o que contribuyan, de modo relevante, a favorecer las relaciones de amistad y cooperación de la Nación española con el resto de la comunidad internacional”. El Gran Maestre de la Orden es el Rey de España. Todas las condecoraciones de esta Orden se confieren en su nombre y el ministro de Asuntos Exteriores es el Gran Canciller de la Orden de Isabel la Católica. Ambos deben firmar el decreto que concede la misma a una persona.

Carmen Ana Almodóvar Muñoz nació en Cuba el 3 de septiembre de 1930 Es doctora en Filosofía y Letras por la Universidad de La Habana y ha sido profesora principal de Historia de Cuba del Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona (1966-1970), de Historiografía Cubana en la Facultad de Filosofía e Historia de la Universidad de La Habana (1975-1998) y de la Maestría de América y Cuba de esta Facultad desde su fundación hasta 1999.
Fue directora del Colegio Academia Víbora de La Habana (1952-1959); inspectora provincial de Historia, Ciencias Sociales y Plenos Estudiantiles (1960-1966); investigadora del vicedecanato de Investigaciones de la Facultad de Humanidades; y presidenta de la Comisión de Historia de la Universidad de La Habana (1994-1998).
También fue fundadora y coordinadora del espacio académico Aula de Cultura Iberoamericana (1987-2003) y de su continuadora en el tiempo hasta el día de hoy, la Sala de Conferencias sobre Cultura Hispano-Cubana. Dirigió durante 10 años el Taller Las Ciencias Sociales a Debate, espacio para jóvenes profesionales egresados del área de Ciencias Sociales.
Tiene publicadas cuatro colecciones críticas de historiografía cubana; un estudio preliminar en Máximo Gómez, Diario de Campaña, 1868-1899 (Universidad de Oviedo, 1998), La Habana, Puerto Colonial (Madrid, 2000) y Presencia de Cuba en la historiografía española actual (Editorial Doce Calles, Madrid, 2007). En sus más recientes publicaciones ¡Arriba el Telón! y Entre Bambalinas se recoge el quehacer en los teatros habaneros entre los años 1938 y 1959.
Entre los numerosos premios y condecoraciones recibidos a lo largo de su vida destacan la Orden Frank País de II Grado y la de San Juan de Jerusalén de Rodas y de Malta, las medallas de la Alfabetización, Alejo Carpentier y Pepito Tey; las distinciones Por la Educación Cubana y Por la Cultura Nacional, Rafael María de Mendive, Nicolás Guillén y ‘Gitana Tropical’. Por su parte, las sociedades españolas la distinguieron con el Reconocimiento Miguel de Cervantes y Saavedra de la Federación de Sociedades Españolas de Cuba (FSEC) el Reconocimiento Gaspar Melchor de Jovellanos de la Federación de Asociaciones Asturianas de Cuba (Faac) y el Diploma ‘Antonio Fidalgo Dopazo’ del Consejo de Residentes Españoles (CRE).
Excelente profesora y defensora de la hispanidad en suelo cubano y fuera de él.
Amiga entrañable de las asociaciones ibéricas en la mayor de las Antillas.
Muy merecida distinción.