Carlos González deslumbra en Got Talent Uruguay con un gran espectáculo de cultura gallega pero no llega a la final

No conquistaron el pase a la final del concurso Got Talent Uruguay 2, pero el gaitero Carlos González junto a dos docenas de músicos, gaiteros, ‘pandereteiras’ y tres parejas de bailarines del Valle Miñor, Casa de Galicia y Centro Gallego, llenó de tradición y cultura gallega la televisión uruguaya, y el resultado fue que todo el auditorio y los jurados se pusieron de pie para aplaudir su espectáculo.

El lunes 6 de septiembre pasadas las 23 horas y cerrando la última semifinal, se presentó la actuación del concursante que representaba a la colectividad gallega de Uruguay, el gaitero Carlos González que desde su primera presentación confesó que “venía a mostrar la gaita gallega” en un palco donde desde el siglo pasado no estaba presente.

Para ello mezcló las músicas tradicionales gallegas con el rock y otros ritmos foráneos, conquistando así a los jurados, inclusive una de ellas, la modela Claudia Fernández, dijo que “ahora amo la gaita, pero antes no me gustaba para nada”.

En su tercera presentación, de la que informara España Exterior, Carlos, que es profesor de gaita y percusión en todas las instituciones gallegas de Montevideo, se jugaba su pase a la final con la votación del público, por lo que, además de conquistar el voto de la colectividad gallega, también tenía que hacerlo con la uruguaya.

Lamentablemente el colectivo gallego no estuvo a la altura, y es que la esperanza era grande porque dos semanas antes había participado un grupo de danza escocesa que logró pasar directamente a la final por votación telefónica del público. Este no fue el caso del gaitero gallego que igualmente logró su propósito: mostró el instrumento que tanto ama y difundió junto a una veintena de gallegos y descendientes de gallegos, su esposa y su pequeña hija Delfina de seis años, la música tradicional gallega con una calificación excelente, tal como quedó en claro con la reacción del público en el auditorio Nelly Goitiño.

Cuatro horas antes de la actuación, una veintena de gallegos y descendientes se reunieron en la plaza de Galicia donde, con gaitas y panderetas, repartieron a los transeúntes y automovilistas un folleto que incitaba a votar por Carlos esa noche en Got Talent.

Carlos fue un ganador

Pero más allá de no haber pasado a la final, Carlos González se ha convertido en un ganador para la colectividad gallega del Uruguay, y es que no solamente llevó nuevamente la cultura y tradición galaica a la televisión como no se había hecho desde el siglo pasado, sino que también logró unir a bailarines y músicos de distintas instituciones en su grupo, del que algunos de sus integrantes pidieron que no se desuniera y el público les gritó que volvieran al Got Talent del 2022.

A Carlos le acompañaron en el bombo, su esposa Carolina Simoes. En los tambores Sofia Rodríguez. Andy Penna y María Eugenia Martínez, y en las panderetas Andi, Andrea, Victoria y Ana Lina. Las seis gaitas que le acompañaron fueron Santiago Acosta, Matías Lorenzo, Clara Radicce, Tony de Searez, Guillermo Xaubet y Natalia Sanabria. Los bailarines fueron Sergio López, Ramón Álvarez, Rodrigo Becco. Lorena Becco, Marisa Pazos y Victoria González. Los instrumentos no gallegos, en la batería Gastón Lorenzo, en la guitarra eléctrica Nicolás Santucci y en el bajo eléctrico Guillermo Albano.

Pero sin dudas la super estrella fue la hija de Carlos y Carolina, Delfina González que con sus seis años demostró como sigue el ritmo con las “cunchas”.

Uno de los bailarines, Sergio López, que se había retirado unos años atrás del Grupo Raigames del Centro Gallego, confesó su alegría de haber participado en este grupo que armó Carlos. Descubrió que “con los ensayos me di cuenta la falta que me hacía esto de bailar”, asegurando que “bailando es dónde soy el Sergio cien por cien”. Describió como una alegría bailar con Victoria González, Ramón Álvarez, Marisa Pazos, Lorena y Rodrigo Becco, calificando a esos ensayos como “necesarios para mi corazón”.

Sobre su vestimenta tradicional, precisó emocionado que “el chaleco estaba hecho por Claudia Carcacía”, una gran bailarina y directora de Alborada que falleció recientemente, “una chaqueta hecha por Juanjo, y la camisa y faja de mi querido Germanor. Los tenía a ellos bailando conmigo bien cerquita” aseguró.

Carlos González ha logrado con su actuación en Got Talent unir a jóvenes y no tan jóvenes que acuden a las distintas entidades gallegas de Montevideo para dar a conocer y promocionar la tradición artística de su ‘terra nai’.