El presidente del Principado, Adrián Barbón, anunció el pasado 14 de mayo la rebaja del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), una medida que “se traducirá en un alivio tributario para las clases medias y trabajadoras”. El jefe del Ejecutivo realizó este anuncio durante la sesión de control de la Junta General, en la que explicó que el acuerdo alcanzado entre las fuerzas políticas que sustentan el Gobierno de Asturias para aplicar esta reforma permitirá reforzar la vía fiscal asturiana.
“Utilizamos la política tributaria para ayudar más a quienes menos tienen, reforzar la progresividad del sistema y, al mismo tiempo, garantizar la suficiencia de ingresos para mejorar el estado del bienestar y potenciar la inversión productiva”, precisó Barbón.
La propuesta de mejora del IRPF contiene medidas como la bajada del tipo autonómico al primer tramo de renta un punto porcentual: del 10% al 9%; el aumento del mínimo personal y familiar para realizar la declaración de la renta un 10%; elevar el cuatro tramo de renta del 18,5 al 19,20%; y la subida del tipo para las rentas más altas, por encima de 175.000 euros, del 25,5% al 26%.
Siete de cada diez contribuyentes asturianos se beneficiarán con las dos primeras medidas, sobre todo, las rentas más bajas, hasta 35.000 euros. Al mismo tiempo, con la subida de tipos y del cuatro tramo “se garantiza la progresividad del sistema al contribuir más quienes más ganan y se concentra todo el beneficio fiscal en las clases medias y trabajadoras”, destacó Barbón.
Justicia fiscal y social
Según detalló, esta reforma repercutirá de modo positivo en “casi el 80%, la gran mayoría social” de las personas contribuyentes. “A esa mayoría social es a la que tenemos que dar respuesta”, añadió. Con estas medidas, reiteró, se refuerza la vía fiscal asturiana y se tiende a “la justicia fiscal, imprescindible para la justicia social”.
Esta reforma deberá contar con la aprobación de la Junta General, por lo que el presidente instó al acuerdo de la Cámara y, en concreto al apoyo del grupo parlamentario popular, que rechazó las cuentas autonómicas.
El Gobierno de Asturias presentó el día 16 las bases de su propuesta para reformar la escala autonómica del IRPF, diseñada para beneficiar a la gran mayoría social, las clases medias y trabajadoras, y se neutraliza cualquier beneficio para las rentas superiores a 55.000 euros, que no pagarán ni más ni menos tras la reforma. Casi 8 de cada 10 contribuyentes ahorrarán al menos 119 euros al año.
La modificación, resultado de un acuerdo político entre la Federación Socialista y Convocatoria por Asturies, fue detallada por la vicepresidenta del gobierno, Gimena Llamedo; el consejero de Ordenación del Territorio y coordinador de Izquierda Unida, Ovidio Zapico, y el titular de Hacienda y portavoz del Ejecutivo, Guillermo Peláez.
La vicepresidenta del Principado instó a los grupos de la oposición a respaldar la reforma: “La derecha tiene que retratarse: o apoya esta propuesta o sigue donde siempre, del lado de quienes más tienen”.
Transmisiones patrimoniales
Fruto del mismo acuerdo político, también se llevará a cabo otra modificación fiscal, relacionada con el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, con el objetivo de favorecer el derecho a la vivienda. En este caso, se propone aplicar un gravamen del 15% a las transmisiones de inmuebles cuando el adquirente sea una persona física o jurídica que tenga la consideración de gran tenedor.
La consideración de gran tenedor se aplica a las personas físicas o jurídicas propietarias de más de diez inmuebles urbanos de uso residencial o una superficie construida de más de 1.500 metros cuadrados, también de uso residencial, por lo que quedan excluidos en todo caso garajes y trasteros.