Galicia padeció el primer fin de semana de septiembre una ola de incendios. Los cinco más relevantes (Monforte de Lemos, Ribeira y Porto do Son, Lobeira, Fisterra y Cenlle) han dejado más de un millar de hectáreas quemadas y cuantiosos daños todavía por determinar. Altas temperaturas, viento y humedad facilitaron estos fuegos que la Xunta cree provocados ante la aparición de artefactos incediarios.