Volvieron a ratificar su posición respecto a los puntos principales que debería cumplir el grupo inversor para que la venta tenga éxito: la transferencia de todos los empleados de acuerdo a la normativa vigente; asegurar la atención sanitaria de los socios en las mismas condiciones; y la cancelación de todos los pasivos.
La comisión de representantes de los socios del Centro Gallego de Buenos Aires formada con el objetivo de negociar la venta de la institución al Grupo Ribera Salud y a la Fundación Favaloro organizó una reunión con el objetivo de informar a los trabajadores del hospital sobre el estado de situación de las conversaciones mantenidas hasta el momento con el interventor por parte del Inaes, Martín Moyano Barro, a fin de posibilitar la transacción.
El encuentro, que tuvo lugar en la sede de Casa de Galicia, contó con la participación de un representante por cada una de las agrupaciones políticas de la institución y fue presenciada por alrededor de 200 personas.
Durante la reunión, la comisión volvió a ratificar su posición respecto a los puntos principales que debería cumplir el grupo inversor para que la venta tenga éxito: la transferencia de todos los empleados de acuerdo a la normativa vigente; asegurar la atención sanitaria de los socios en las mismas condiciones que poseían antes de la presente intervención, y la cancelación de todos los pasivos (fiscales, salariales, comerciales, etc.).
“Esta convocatoria permitió escuchar a los representantes y que los empleados fueran descartando de plano los rumores insistentes que culpan a las agrupaciones de obstaculizar el proceso”, destacaron los miembros de la comisión de representantes luego del encuentro.
Respecto a la negativa de los representantes en la última asamblea que tuvo lugar el 18 de diciembre del año pasado a aprobar los balances de los ejercicios correspondientes al último año de la presidencia de Carlos Vello y a todos los que corresponden a la intervención, Mirta Polín, de la agrupación Unión Gallega, explicó a España Exterior que se mantienen firmes en dicha posición.
“No vamos a firmar esos balances porque tenemos una proceso penal en el que denunciamos a la intervención, porque cuando los socios dejamos la gestión del Centro Gallego la deuda era de unos 100 millones de pesos y hoy, según Moyano, está en más de 1.300 millones, y nosotros no podemos aprobar eso, porque estaríamos aprobando la misma gestión que denunciamos. Lo que pasa es que Moyano quiere que aprobemos los balances porque así se le facilitaría y legitimaría la presentación de la quiebra”, afirmó.
Asimismo, Polín volvió a asegurar que a pesar de haber conformado la comisión negociadora y a estar dispuestos a reunirse con el grupo inversor, “nunca tuvimos una reunión directa con ellos para darle un carácter serio a la negociación”, y añadió que en caso de que se retomen las tratativas, que fueron dadas de baja unilateralmente por Ribera Salud y la Fundación Favaloro, “tampoco habría inconvenientes que estuviera presente Moyano”.
Por otra parte, cabe destacar que posteriormente al acto que tuvo lugar en Casa de Galicia, la comisión de representantes se reunió con el secretario general de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina, Héctor Daer, el cual, señalaron, les confió su preocupación por los salarios impagos y por el estado actual del sanatorio: “Más aún, sabiendo ahora que la deuda más grande es con los empleados en servicio y con los juicios laborales cuyas ejecuciones de sentencia están embargando las cuentas del sanatorio”, agregaron.
Preocupación del embajador
Finalmente, se reunieron con el embajador de España en Argentina, Javier Sandomingo, quien, señalaron, está “altamente preocupado por los acontecimientos que evidentemente se están desmadrando”. Durante el encuentro, que tuvo lugar en el despacho del embajador, Sandomingo “se comprometió a efectuar las diligencias pertinentes a su gestión a fin de aclarar y poder facilitar una solución al tema”, informaron.
