Un año más, la Asociación Granadina de Emigrantes y Retornados (AGEyR) se vistió de gala para celebrar su almuerzo de Navidad, que este año sirvió para conmemorar la trayectoria de 30 años de servicio a la asociación de Mª José Hueltes Aceituno, su actual presidenta.
Una mujer que hace 13 años la dirige, pero que lleva más de 30 luchando por su mantenimiento, continuidad y profesionalidad, desde su función de trabajadora, directiva y voluntaria dentro de AGEyR.
Mª José siempre ha hecho gala en el desempeño de sus funciones de una cercanía y humanidad que corresponden a quien hace de su lema en la vida palabras tan valiosas como éstas: “Quien no vive para servir, no sirve para vivir”.

Fueron los miembros del equipo de AGEyR (voluntarios, trabajadores y colaboradores) los encargados de organizar esta fiesta sorpresa a su presidenta, usando como escenario la celebración del almuerzo anual de Navidad de la asociación, que contó con una asistencia de 150 personas.
Además del agradecimiento y el aplauso de todo el público, María José recibió un cuadro conmemorativo de su 30º aniversario, que constituye un testimonio en imágenes de su paso por la asociación.
Con palabras de agradecimiento, Mª José clausura el acto que resultó ser muy emotivo.
Sólo cuatro días después, AGEyR celebró el día de las migraciones en su sede social. Para esta ocasión, los directivos de la entidad contaron con la presencia de la concejala de Política Social, Familia, Discapacidad y Mayores del Ayuntamiento de Granada, Amparo Arrabal, así como con las concejalas del Grupo Municipal Socialista, Ana Muñoz y Nuria Gutiérrez.

Tras las palabras de bienvenida de la presidenta de AGEyR, quien estaba acompañada por el vicepresidente, Rafael Ruiz y el tesorero, Juan Pérez, tomaron la palabra los participantes de la mesa de la emigración compuesta por representantes de emigrantes de primera, segunda y tercera generación y nuevos emigrantes.
Este último grupo estaba compuesto por dos jóvenes que llevan año y medio trabajando en la entidad alemana Diakoneo, atendiendo a personas psicodeficientes. Antes de partir para Alemania, fueron formados en la asociación en conocimientos básicos de alemán.
Los retornados contaron su experiencia de vida y todos coincidieron en que los primeros momentos son duros per finalmente, tras la integración, el país de acogida se convierte en su segunda patria.