El presidente del Principado, Adrián Barbón, reivindicó el pasado 8 de septiembre una Asturias “madura, capaz de fijar objetivos compartidos”. Así lo señaló durante su discurso del acto institucional de entrega de las Medallas de Asturias 2024, al que asistieron también los miembros del Consejo de Gobierno y que se celebró en el Palacio de Exposiciones y Congresos Ciudad de Oviedo. “Me arriesgo a afirmar que el impulso demográfico, la renovación industrial, el refuerzo de los servicios públicos, la revitalización del medio rural o la consolidación del modelo turístico de calidad son metas comunes para una amplísima mayoría”, destacó.
En su discurso, en el que Barbón entrelazó el castellano con el asturiano y el eo naviego, resaltó la “trascendencia del Día de Asturias, que se impone a todos nosotros. No es una jornada para protagonismos o lucimientos particulares, sino para la identificación colectiva”.
Y tuvo un recuerdo para los asturianos residentes en el exterior. Me pongo siempre en el sitio de quien vive el 8 de septiembre fuera de nuestra tierra. Probablemente, valorarán mucho mejor lo que nos rodea. La bandera, el himno, el paisaje, hasta el cielo que esta tarde nos acompaña, todo tendrá un significado más hondo y sentido. Nunca los recordaremos tanto como lo merecen”, aseguró el presidente de la Comunidad.
Defendió la nueva concertación social pactada con los empresarios y sindicatos y el frente común de la Junta General del Principado de Asturias frente a la financiación autonómica. “Hace ya cuatro años que la Junta General acordó una posición. Si no fue unánime, casi. Ese documento, coherente con las declaraciones acordadas con otros gobernos autonómicos, condensa unos criterios plenamente vigentes”, aseguró.
Para finalizar, destacó la trayectoria de los condecorados con las Medallas de Asturias 2024: el exalcalde de Mieres, Aníbal Vázquez; el exdirector de El Comercio, que recibieron las máximas distinciones institucionales a título póstumo; el militante antifranquista y primer regidor democrático de Laviana, Pablo García; la investigadora Adonida Tardón; y la creadora Consuelo Vallina. También ensalzó la trayectoria de Ángel Fernández Artime, cardenal gozoniego y rector mayor de la congregación salesiana, que recibió el título de hijo predilecto; y la de los hipanistas franceses Yvan Lisorgues y Jean François Botrel, considerados los máximos expertos mundiales en la obra de Leopoldo Alas Clarín, que son nuevos hijos adoptivos del Principado.
Mensaje institucional
Previamente, el presidente del Principado, Adrián Barbón, reivindicó unión, audacia y osadía “para que Asturias construya su mejor porvenir”. En su mensaje institucional a la ciudadanía con motivo de la celebración del Día de la Comunidad, animó a trabajar en común para afrontar los retos del futuro. “Cada 8 de septiembre nos recuerda el fuerte anclaje histórico de nuestra patria, refuerza el orgullo de pertenencia y nos llama a superar las divergencias para trabajar hombro con hombro”, resaltó. Por su parte, aseguró que su mano “siempre estará tendida para el consenso”.
“Nos apela sin distinción de ideologías ni credos -continuó Barbón en referencia a esta señalada fecha- y alcanza con un sentimiento especial a quienes viven fuera de Asturias, a esa Asturias fuera de nuestra tierra que siempre la lleva en el corazón”. Fue un recuerdo especial para los residentes en el exterior.
Previamente, las primeras palabras de su mensaje fueron para las familias de las víctimas del accidente de El Musel, durante el desmontaje de una grúa de puerto en Gijón que dejó dos trabajadores fallecidos y otros cuatro heridos cuando dos grúas autopropulsadas volcaron y el casetón que estaban desmontando se precipitó al mar. “El pesar y la solidaridad del Gobierno del Principado -y, estoy seguro, de toda la sociedad, de Asturias entera- os acompañan en estos momentos difíciles y dolorosos”, resaltó.
Además, señaló la necesidad de poner en valor las lenguas propias como la generación que garantizó la supervivencia de las hermosas lenguas propias -el asturiano y el eonaviego-: “Pido que seyamos la xeneración que garantizó la supervivencia d’entrambes llingües”.