A Casa de Galicia de Montevideo busca sostener con recursos propios el panteón social de la mutua liquidada Casa de Galicia por donde han pasado más de 30.000 emigrantes y descendientes, en una edificación que, además de contenido artístico y arquitectónico gallego, también cuenta con tierra de las cuatro provincias.
El pasado 9 de agosto se realizó una asamblea en la sede de A Casa de Galicia de Montevideo donde informaron a los interesados las novedades sobre el panteón social de la mutua cerrada Casa de Galicia, que fue construido a principio de la década del sesenta y es, en la actualidad, el más grande en las necrópolis uruguayas.
En la mesa que comandaba la reunión estaba la presidenta de A Casa de Galicia, María del Carmen Fernández Salgueiro, acompañada por los integrantes de la Comisión Panteón de la directiva, Gonzalo Fontenla, Elena Gende y Ramón Nogueira, y entre el público había muchos que fueron socios de la mutua, y otros que ya estaban integrados en la nueva institución A Casa de Galicia. También estaba presente la delegada de la Xunta de Galicia, Elvira Domínguez, quien estaba además como socia de A Casa de Galicia y hasta se la vio repartiendo entre los asistentes un folleto donde se explicaba la reglamentación y costes del uso del panteón.
El ambiente existente en la asamblea, como en esta institución que tiene apenas dos años y que fuera creada para recuperar el patrimonio cultural y social de la mutua cerrada judicialmente, es muy familiar y así lo hizo saber su presidenta, María del Carmen F. Salgueiro, quién agradeció el aporte económico de un centenar de socios que desde hace dos años, “sin saber si lograríamos tener en nuestra propiedad el panteón, igualmente pagaban todos los meses la cuota que nos permitió mantenerlo, y que ahora que tenemos el título de propiedad del panteón 741 del Cementerio Parque del Norte, podemos decir que recuperamos la honra de los viejos gallegos que lo construyeron y allí esperaban en su descanso eterno”.
Consultada por España Exterior al culminar la reunión que se extendió por casi dos horas con preguntas e interés de conocer la propuesta de afiliación y beneficios que tendrán, Salgueiro confesó que “la buena concurrencia a la asamblea nos ha dejado ilusionados. Hay algunas personas que nos acompañan y respaldan siempre, en esta reunión vimos también muchas caras nuevas que se sumaron a la propuesta”.
Aclaró que “es fundamental que se difunda nuestra propuesta, que se enteren que el Panteón está otra vez a disposición de sus socios. Sabemos que si eso pasa no habrá dificultades para conservar y mejorarlo”.
Pidió que “para eso necesitamos la colaboración de todos, simplemente con explicar lo que estamos haciendo a algún familiar, amigo, vecino, que era socio de Casa de Galicia y pedirle que se acerque, nos están ayudando mucho”.
Explicó que, ilusionada por lo vivido en la reunión, donde “algunas personas se sumaron a ayudar en nuestro trabajo y bastantes más que no eran socias decidieron serlo”, se ha dado un paso más. “Falta mucho, pero si miramos hacia atrás, nos damos cuenta también de todo lo que hemos avanzado”, afirmó.
Para esta nueva institución, con directivos que estaban ajenos a la administración de un panteón social como este, con una capacidad superior a 10.000 cuerpos, que en su historia de seis décadas acunó unos 35.000 emigrantes y descendientes en su reposo eterno, la reflexión de la presidenta es contundente: “Hemos aprendido mucho, se han comenzado a hacer movimientos, empezamos a responder a las inquietudes de los familiares que allí descansan no sólo con palabras, sino con hechos. Nos hace falta una inyección económica para reparar los elevadores y el montacargas, lo que nos permitiría trabajar a plenitud”.
Explicó que “hace unos días nos visitaron el conselleiro de Emprego, Comercio e Emigración, José González Vázquez, y el secretario xeral da Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, y tuvimos oportunidad de solicitar una ayuda puntual para esta situación especial. Los vimos receptivos y seguiremos trabajando en esa posibilidad. Tenemos la convicción que solucionados estos temas el Panteón será autosustentable”.
Aseguró que “con el apoyo de todos los que, como nosotros, lo quieren y lo sienten un símbolo de nuestra colectividad, más temprano que tarde volverá a su esplendor y habremos pagado la deuda que tenemos con los fundadores, con todos y cada uno de aquellos queridos gallegos que, muchas veces con sacrificio, aportaron su granito de arena durante tanto tiempo para tener la seguridad de que cuando les llegara el momento podrían descansar, junto con sus paisanos, en parte de su tierra gallega”, concluyó.