El TSJC suspende de forma cautelar las ‘embajadas’ catalanas en Argentina, México y Túnez

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña entiende que estas oficinas pueden provocar “interferencias en la política exterior del Estado, perturbando su contenido, y confusión en terceros estados y organizaciones”

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha acordado dejar en suspenso la apertura de las nuevas delegaciones de la Generalitat en Argentina, México y Túnez que el Gobierno impugnó al entender que su fin era promover las tesis del independentismo.

En un auto, la sala de lo contencioso del alto tribunal catalán estima la petición del Ministerio de Asuntos Exteriores para suspender cautelarmente los decretos en los que la Generalitat aprobó la creación de esas tres nuevas delegaciones, cuyos representantes fueron nombrados por el Govern el mes pasado pese a estar impugnadas. La sala razona que la puesta en marcha de las nuevas delegaciones puede provocar “interferencias en la política exterior del Estado, perturbando su contenido, y confusión en terceros estados y organizaciones”.

El ministerio que dirige Josep Borrell las considera “lesivas para los intereses del Estado habida cuenta del objetivo declarado del actual Gobierno de la Generalitat de emplear todos los medios a su alcance para la llamada internacionalización del procés”, según un comunicado remitido el pasado mes de junio por Exteriores. El Ministerio pidió también al TSJC que ordenara cautelarmente el cierre de otras delegaciones que la Generalitat ya tiene abiertas en Alemania, Suiza y Reino Unido, pero en una resolución del pasado mes de julio el alto tribunal catalán descartó paralizar provisionalmente su actividad.

El auto del TSJC recuerda que los decretos impugnados atribuyen a las nuevas delegaciones del Govern la función de promover y coordinar las «relaciones bilaterales» con los cuerpos consulares de otros países, algo que, añade la sala, podría entrar en contradicción con la doctrina constitucional que establece que esa es una competencia exclusiva del Estado. Según el TSJC, no se puede ignorar la «dimensión política» que se atribuyen a las delegaciones en el extranjero tanto en los decretos impugnados como en las manifestaciones públicas de los responsables del Govern que, recuerda el auto, no han sido «desmentidas» por la Generalitat en su respuesta al recurso.

El TSJC justifica las medidas cautelares adoptadas en que serían «difíciles de reparar» los «daños» que pudieran producirse como consecuencia de la «merma de la confianza ocasionada en las relaciones internacionales por la actuación exterior de la Generalitat de Catalunya al margen de la política exterior que corresponde al Estado».

 

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