La Tarxeta Básica, puesta en marcha por la Xunta en julio para atender a las personas más vulnerables frente a los efectos socioeconómicos de la crisis sanitaria de la Covid-19, ha beneficiado a 35.200 gallegos con una inversión total de 13,8 millones de euros. Se amplió hasta junio, con una vigencia máxima de 9 meses por tarjeta, y su importe oscila entre los 150 y los 300 euros al mes, dependiendo del número de miembros de la unidad familiar.