La Unión Hijos de Morgadanes de Montevideo celebró sus 100 años de vida

Alrededor de 300 personas acudieron a la fiesta del centenario que se celebró en el salón principal del Club Español

Directivos y autoridades brindan por el centenario de Hijos de Morgadanes.
Directivos de Morgadanes posan junto al cuerpo de baile Xuntos de su institucion y Valle Miñor.
Directivos de todas las instituciones entregaron recordatorios a Hijos de Morgadanes.
Entrada del grupo Xuntos.
Un momento de la actuación.
Intervención de Roberto Pérez Burgo.
Directivos con Manuel Losa, segundo por la derecha.
Vista parcial de los asistentes al evento.
Benito Díez, Roberto Pérez y el presidente de la Federación de Instituciones Españolas en Uruguay, Jorge Torres.

Se festejaron en Montevideo los 100 años de la Unión Hijos de Morgadanes, la única institución de la diáspora española que fue creada con sede en tres países, España, Argentina y Uruguay, con la finalidad de proteger a los emigrantes procedentes de esta parroquia del municipio de Gondomar, en la comarca pontevedresa de Val Miñor y educarlos a través de una escuela levantada y sostenida en su municipio natal por emigrantes del Río de la Plata.

La noche del pasado 15 de septiembre el salón de fiestas del Club Español de Montevideo suplantó a la sede de la avenida San Martín que la Unión Hijos de Morgadanes tiene como sede central, ya que los casi tres centenares de socios e invitados al festejo de los 100 años de existencia de la sociedad, era imposible acomodarlos en su club.

El presidente de los morgadaneses, Roberto Pérez Burgo, fue el encargado de representar a su directiva y socios y, tras explicar la alegría que sienten de poder festejar este centenario, también se preguntaban meses atrás qué regalo podían dar a los que asistieran. Fue la actual presidenta de empresarios gallegos, Elvira Domínguez, hija de padre morgadanés, quien les planteó la posibilidad de escribir en un libro la historia de la institución. Y así fue como Manuel Losa comenzó a recoger datos y redactar el libro ‘Cien años de historia’ con una detallada y minuciosa explicación de este inédito club nacido simultáneamente en tres países.

Nacidos con abundante solidaridad

Lo cierto es que Unión Hijos de Morgadanes nació “como una institución internacional, en virtud de que se unieron para su fundación oriundos de Morgadanes radicados en Uruguay y en la Argentina” que el 16 de agosto de 1918 constituyeron la Unión Hijos de Morgadanes Residentes en el Plata. El emigrante Juan Rodríguez Rial presidiría el club en Montevideo y su paisano Domingo Alonso Pérez la porteña.

Fue en 1920 que el Estado uruguayo le otorgó la personalidad jurídica, funcionando con tres comisiones: una en Montevideo, que era la coordinadora, otra en buenos Aires y la tercera era el Consejo de Administración que funcionaba en Morgadanes.

La institución tenía la finalidad de “proteger a todos los oriundos de Morgadanes que arriben al Plata, e instalar y sostener en Morgadanes una escuela que prepare eficientemente a los que deseen emigrar. La enseñanza será completamente gratuita y se regirá por los más modernos preceptos pedagógicos”, señala una editorial de Julián Alonso en la revista del centro que Losa descubre en su investigación.

Los fondos recaudados a través de dos mil acciones que fueron adquiridos en las dos márgenes del río de la Plata, posibilitaron que en 1925 se construyera la escuela en el terreno que compró el municipio que ya en 1926 comenzaba a dar clases a los niños de la comarca en forma gratuita.

Losa señala que otra de las ayudas que enviaban desde el río de la Plata a sus paisanos, permitía que “los candidatos a emigrar tendrían oportunidad de solventar el costo del pasaje de tercera clase o al menos una parte. La colaboración abarcaba también la carta de reclamación necesaria para la entrada legal a Argentina y Uruguay, si el emigrante no tenía familiares que se la proporcionaran”.

Asimismo, cuando llegaban al puerto se encontraban con gente amiga, antiguos vecinos, que colaboraban en la búsqueda de una ocupación laboral lo antes posible, así como les brindaban apoyo para el alojamiento y todo lo que hiciera falta durante un tiempo hasta que lograban cierta estabilidad.

Tristemente la escuela cerraría al estallar la guerra civil en 1936 y ya no volvió a abrir.

Crecimiento del club

La institución poco a poco fue buscando un crecimiento en el territorio uruguayo, hasta que por fin compraron un predio en el vecino departamento de Canelones, más precisamente en su costa.

Allí, en el balneario del departamento de Canelones, El Pinar, el club inauguraría en 1985 su Parque Recreativo El Pinar, con un rincón infantil, canchas deportivas, una pista para romerías y un salón comedor para 600 personas, para posteriormente adquirir en 1991 la sede actual en la avenida San Martín en Montevideo.

En la actualidad el club mantiene, tal como expresara su presidente, “un compromiso con la entrañable memoria de aquellos pioneros que aún nos emocionan con su ejemplo de solidaridad”, al tiempo que apuesta por los jóvenes y la unión.

Es que el cuerpo de baile de la institución que dirige Carla Dornel se ha unido hace poco menos de un lustro con el que dirige Antonio de Seárez, del club Valle Miñor, para crear el grupo Xuntos que ya han recorrido seis países sudamericanos llevando el arte y la tradición gallega con sus gaitas, panderetas e instrumentos informales creados por ellos mismos.

Justamente, la fiesta tuvo la atracción de una actuación de las nuevas generaciones de la institución que colmó las expectativas de todos y dejó bien tranquilos a los emigrantes de que hay futuro en la institución.

En la oratoria también habló a los presentes el consejero de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Benito Díez Arce, quien exhortó a tomar el ejemplo de los directivos que preside Pérez Burgo como forma de hacer frente a un futuro en el que los emigrantes ya van desapareciendo y se hace necesaria la agrupación de las instituciones para sobrevivir.

La fiesta tuvo un instante emocionante cuando una docena de instituciones le entregaron sus plaquetas y recuerdos al presidente Pérez por estos cien años, así como también cuando el escritor Manuel Losa regaló a los presentes el libro con la historia de esta institución.

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