RETORNAD@S

Siete de cada diez retornados tienen menos de 45 años y el 23% es menor de 15

88.860 españoles residentes en el extranjero se empadronaron en España el año pasado, un 7% más que en 2017 y el doble que en 2014

Emigrantes españoles se abrazan con sus familiares a su llegada al aeropuerto de Vigo.
Inauguración del monumento al emigrante retornado en Granada, en julio de 2018.
Participantes en un taller sobre el retorno celebrado en Alemania en mayo de 2015.

La última Estadística de Variaciaciones Residenciales del Instituto Nacional de Estadística (INE), publicada el pasado 27 de junio y elaborada a partir de las altas y las bajas en los padrones municipales motivadas por cambios de residencia, confirma la tendencia alcista de la emigración de retorno a España que viene produciéndose durante los últimos años y de la que se ya se dio buena cuenta en este mismo suplemento en mayo. Entonces informamos de que entre 2013 y 2017 casi 226.000 españoles residentes en el exterior regresaron a nuestro país, según datos del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social a partir de las bajas consulares.

De la Estadística de Variaciones Residenciales se desprende ahora que en 2018 retornaron a España 88.860 personas, un 6,90% más que en 2017, cuando volvieron 83.123. Desde 2013 se observa un crecimiento notable y sostenido en el número de retornados, conforme a esta estadística del INE. Entre 2007 (el año en que estalló la crisis financiera y económica en todo Occidente) y 2013, el número de retornados se movió en una franja de entre 29.635 (2009) y 38.404 (2011), con una media de unos 34.000, cifra a la que se acercaron mucho los registros de 2008, 2012 y 2013. Sin embargo, desde 2014, el número empezó a subir notablemente, fijándose ese año ya en 45.391. La cantidad ha crecido año tras año, y cada vez más: los 88.860 retornados de 2018 suponen un 6,90% más que en 2017 -como ya se ha dicho-, un 34,15% más que en 2016, un 52,79% más que en 2015, un 95,76% más (prácticamente el doble) que en 2014 y un 151,34% más que en 2013. No cabe duda de que en este aumento notable y sostenible han pesado tres factores: la superación -hasta cierto punto- de la crisis económica de 2007-2008, los incentivos al retorno implementados por las diferentes Administraciones públicas españolas y la grave crisis política y económica que atraviesa Venezuela, país de donde procedían 18.210 de los 88.860 retornados registrados el año pasado, es decir, uno de cada cinco.

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Por sexos, de las 88.860 personas que retornaron a España el año pasado, 45.474 son hombres (el 51,17%) y 43.386 mujeres (el 48, 83%). Un dato curioso, porque los porcentajes son prácticamente inversos a los presentados por la población española en diciembre de 2018, en que el 50,98% de los españoles eran mujeres y el 49,02% hombres. Con todo, la diferencia entre los varones y las féminas es tan pequeña -el porcentaje, en situaciones normales, tiende siempre al 50% de cada sexo- que no se trata de un dato muy significativo.

Edades

Mucho más interesantes son los resultados por edades. Si dividimos a los retornados en cuatro franjas, tenemos las siguientes cifras: de 0 a 24 años, 33.956; de 25 a 44, 29.092; de 45 a 64, 18.651; y de 65 o más, 7.161. Como se ve, la gran mayoría (63.048) tiene menos de 45 años. Este grupo supone el 71%, es decir, siete de cada diez. Esto evidencia que cada vez más la emigración de retorno está protagonizada por personas jóvenes. El modelo del emigrante que volvía a España después de jubilarse, para poder disfrutar aquí de una jubilación más o menos cómoda, está desapareciendo, si no ha desaparecido ya. Los 7.161 retornados de 65 o más años registrados en 2018 representan solo el 8% del total, es decir, uno de cada trece. Más significativo es comparar este dato con el de los retornados menores de 15 años, que fueron 20.474, casi tres veces más, y representan el 23%, casi uno de cada cuatro regresados a la patria. Los retornados pertenecientes a esta franja de edad han aumentado un 188% desde 2009, multiplicándose casi por tres.

Con todo, el gran grueso de los retornados lo constituyen aquellos que tienen entre 16 y 64 años, es decir, los que están en edad de trabajar y contribuir a la Seguridad Social. En 2018 fueron 61.225, el 69% del total, siete de cada diez. Desde 2009 han crecido un 225%, o sea, se han multiplicad por más de tres. No cabe duda de que es a estos a los que las Administraciones públicas españolas desean captar con sus políticas de fomento del retorno, para que contribuyan a revitalizar tanto la raquítica demografía española como las arcas de la Seguridad Social. Un buen ejemplo de esto es el Plan de Retorno a España ‘Un país para volver’, que el Gobierno español empezará a implementar en septiembre, y en cuya elaboración han participado diez ministerios. Otro ejemplo notable lo constituye la nueva ley de impulso demográfico de la Xunta de Galicia, uno de cuyos tres ejes fundamentales es el fomento del retorno, contemplado ya en la ‘Estratexia Retorna 2020’, con la que se prevé incentivar la llegada a Galicia de alrededor de 20.000 personas hasta finales del año próximo.

Países de procedencia

La mayoría de los 88.860 retornados en 2018 -57.424- proceden de América, un 9,07% más que en 2017, cuando sumaron 52.646. De Europa volvieron 23.225, un 2,62% más que el año anterior, en que fueron 22.630. De estos, 19.513 vinieron de países de la Unión Europea, un 4,58% más que en 2017. La tendencia alcista se quiebra en los retornados de países europeos de fuera de la Unión, de los que volvieron 3.712 personas, un 6,57% menos que el año anterior. De Asia regresaron 3.878 personas (+1,04%) y de África 3.625 (+8,43%). De Oceanía llegaron solo 682, un 5,40% más que el año anterior.

Respecto a los países de procedencia de los retornados, entre los diez primeros predominan los americanos (siete), habiendo solo tres europeos. El primero de todos es Venezuela, con 18.210 retornados, un 16,29% más que en 2017. Desde 2012, el retorno de esta nación ha pasado de 2.892 personas a 18.210, multiplicándose casi por diez al aumentar un 529%. Esta llamativa cifra se explica por las graves dificultades políticas y económicas que viene atravesando Venezuela desde hace varios años y debe inscribirse en la del éxodo general de venezolanos provocado por la crisis del régimen. En enero de este año había ya más de 95.000 venezolanos empadronados en España, el doble que cinco años antes, a los que hay que sumar los 16.984 que adquirieron la nacionalidad española entre 2013 y 2018. En todo el mundo, la diáspora venezolana alcanza ya los cuatro millones de personas, un millón más que hace seis meses, según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Se ha convertido ya en la mayor crisis humanitaria de la historia en América y la segunda actualmente en el mundo después de Siria.

El segundo país de procedencia de los retornados en 2018 fue Ecuador (6.802), que, sin embargo, está entre los pocos estados americanos en los que la cifra retrocedió con respecto a 2017, un 7,16%. En los últimos años, España ha establecido con Ecuador un continuo ir y venir de personas propiciado por la adquisición de la nacionalidad española de muchos de los inmigrantes y sus descendientes que se establecieron en España en los años previos a la crisis y que ahora se mueven entre ambos países en función de las circunstancias de cada momento.

El tercer país de procedencia y primero de Europa es el Reino Unido, con 6.132 personas, un 10,43%. más que el año anterior. El resto de los diez primeros países con más retornados en 2018 son, por este orden, EEUU, Francia, Argentina, Colombia, Alemania, Cuba y México. Los incrementos porcentuales de los retornados en 2018 de Cuba (26,42%) y Argentina (24,50%) aún fueron mayores que los de Venezuela. No olvidemos que Argentina sigue siendo el país del mundo en el que viven más españoles en el exterior. Los regresos de Colombia aumentaron un 13,46% y los de México un 12,05%. Menores fueron los de los retornados de Estados Unidos (7,63%) y Alemania (5,17%), y mucho menor aún el correspondiente a Francia, que no llegó al 1% (0,87%).

De Brasil retornaron el año pasado 2.257 personas, un 3,15% más que el anterior, pero lo interesante es que desde 2012 se ha producido un aumento del 221%.

De la tónica general alcista escapan una treintena de países, entre los que destacan Suiza, Italia, Países Bajos, Austria, Noruega y Rusia en Europa; China, Japón, India y Filipinas en Asia; Perú, Chile, Bolivia, Uruguay, Canadá y El Salvador en América; y Sudáfrica, Egipto, Angola y Nigeria en África. Llaman la atención los datos de Suiza y Uruguay, dos países con una gran tradición como destino de los emigrantes españoles, en los que se revierten los aumentos que se venían produciendo desde 2014 y 2013, respectivamente. Los retornados de Suiza experimentan un descenso del 7,41%, cuando desde 2014 no habían dejado de crecer: 1.421, 1.652, 1.972, 2.580. Los regresados de Uruguay disminuyen un 2,79%, cuando venían aumentando desde 2013: 307, 449, 570, 721, 897.

Comunidades y provincias de destino

Todas las comunidades autónomas ganaron retornados en 2018 con respecto a 2017, con las únicas excepciones de Cataluña y La Rioja, y la ciudad autónoma de Ceuta.

Los retornados a Cataluña venían creciendo ininterrumpida y significativamente desde hacía varios años (entre 2104 y 207 prácicamente se duplicaron, pues aumentaron un 96%), pero en 2018 esta tendencia se quebró, al pasarse de 15.735 españoles regresados a 15.503, es decir, un 1,5% menos. Esta regresión se explica probablemente por la incertidumbre que sigue generando en muchos el ‘procés’ soberanista. Con todo, en números enteros, Cataluña fue la segunda comunidad autónoma a la que más españoles volvieron, lo que no deja de ser lógico por las posibilidades económicas de la región y el polo de atracción que siempre supone Barcelona.

Los retornados de La Rioja pasaron de 363 a 342 (un 5,79% menos). Esta es, además, la comunidad autónoma con menos retornados en números enteros, lo que no quita para que sea también la región donde más ha crecido el retorno en términos porcentuales entre 2013 y 2018, un 213%, al pasar de 109 personas a 342. Hay que tener en cuenta que La Rioja es la comunidad autónoma menos poblada de España.

A la ciudad autónoma de Ceuta regresaron 93 españoles, frente a los 120 de 2017, un 22,5% menos.

Sin embargo, Melilla pasó de 121 a 155, participando de la tónica alcista general.

Las comunidades a los que más españoles retornaron en 2018 fueron Madrid (24.988), Cataluña (15.503), Comunitat Valenciana (8.584), Canarias (8.037), Andalucía (7.903), Galicia (6.705), País Vasco (2.846), Castilla y León (2.267), Baleares (2.202), Castilla-La Mancha (1.850), Murcia (1.573), Aragón (1.568), Asturias (1.535), Navarra (1.334), Cantabria (837), Extremadura (538) y La Rioja (342). Melilla tiene 155 y Ceuta 93.

Sin embargo, en variaciones porcentuales el ranking queda así: Castilla-La Mancha (+18,36%), Canarias (+16,12%), Andalucía (+13,64%), Cantabria (+4%), Extremadura (+13,26%), Comunitat Valenciana (+10,09%), Galicia (+8,11%), Navarra (+3,17%), Castilla y León (+7%), Madrid (+6,62%), Aragón (+6,23), Baleares (+5,10%), Asturias (+2%), Cataluña (-1,5%) y La Rioja (-5,79%). Melilla sube un 28,09% y Ceuta disminuye un 2,5%.

Como se ve, las diferencias con la clasificación anterior son muy importantes: Madrid baja del primer puesto al décimo y Cataluña del segundo al 16 y penúltimo. Por el contrario, Castilla La Mancha asciende del décimo al primero, Andalucía del quinto al segundo, Cantabria del decimoquinto al cuarto y Extremadura del decimosexto al quinto.

Por provincias, las diez que recibieron más retornados fueron Madrid (24.988), Barcelona (12.652), Santa Cruz de Tenerife (5.664), Valencia (4.732), A Coruña (3.266), Alicante (3.175), Málaga (2.585), Las Palmas de Gran Canaria (2.373), Baleares (2.202) y Pontevedra (1.612).

Todas ellas ganaron retornados con respecto al año anterior, excepto Barcelona, que en 2017 había recibido a 13.006, por lo que en 2018 el númnero se redujo en un 2,73%, probablemente, como ya se apuntó al hablar de la comunidad autónoma de Cataluña, por la incertidumbre creada por el ‘procés’, que no acaba de disiparse y que, en otro orden de cosas, quedó puesta de manifiesto también en las 2.359 empresas que trasladaron su sede social desde Cataluña a otras comunidades en 2018. A 1 de enero de este año, desde el referéndum ilegal del 1-O de 2017 la fuga ascendía a 5.567 compañías.

Porcentualmente, cinco de estas diez provincias tuvieron un crecimiento de retornados por encima de la media española. Los casos más relevantes son los de Santa Cruz de Tenerife y Alicante, que duplicaron (Santa Cruz, con creces) el incremento porcentual medio del 6,90%: Santa Cruz llegó hasta el 18% y Alicante al 13,47%. Las Palmas (+11,82%), A Coruña (+9,45%) y Valencia (+7,27%) también superaron el aumento medio. Por debajo quedaron las restantes: en Madrid, el número de retornados creció un 6,62%, en Málaga un 5,12%, en Baleares un 5,10% y en Pontevedra apenas un 0,31%.

Municipios con más retornados

En cuanto a los municipios, aquellos en los que se instalaron más españoles desde el exterior fueron Madrid (16.575), Barcelona (5.682), Valencia (2.391), Zaragoza (1.052), Santa Cruz de Tenerife (1.051), A Coruña (971), Palma de Mallorca (955), L’Hospitalet de Llobregat (952), Alicante (869) y Las Palmas (868). Como se ve, todos capitales de provincia, excepto L’Hospitalet, que, en cualquier caso, es la decimosexta localidad más poblada de España.

Un dato más interesante es el que tiene que ver con el tamaño de los municipios de destino de los retornados. Podemos suponer que se instalan en las grandes ciudades, y así es, pero solo hasta cierto punto. Siete de estos municipios están entre los diez más poblados de España. En este sentido, llama la atención que Sevilla, que es la cuarta ciudad con más habitantes del país, no pase del puesto 12 en cuanto a los municipios con más retornados.

Por el contrario, Santa Cruz de Tenerife -el vigesimoctavo municipio más poblado de España- es el quinto donde se han establecido más españoles procedentes del exterior, y A Coruña -que ocupa el puesto 18 entre las localidades más pobladas- es la sexta con más retornados. Indudablemente, en estos registros pesa mucho la gran tradición emigrante de Canarias y Galicia. Entre los once municipios con más retornados encontramos otros dos canarios: Las Palmas (10) y San Cristóbal de La Laguna (11).

Las capitales de provincias y las ciudades de más de 100.000 habitantes absorbieron a más de la mitad de los retornados (48.978, el 55,11%), pero un 11,67% se estableció en municipios de entre 50.000 y 100.000 habitantes, un 14,04% en municipios de entre 20.000 y 50.000, un 7,90% en municipios de entre 10.000 y 20.000 y un 11,25% (más de uno de cada diez) en municipios de menos de 10.000. Esto quiere decir que el 33,19%, uno de cada tres, se instaló en un municipio de menos de 50.000 habitantes. A veces, los lazos familiares y vecinales de los lugares pequeños son más importantes para el retornado que las facilidades laborales y económicas de las grandes ciudades.

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