Las víctimas formaban parte de un grupo de catorce españoles queu visitaban la zona cuando ocurrió la explosión, al parecer, provocada por un coche bomba que se empotró contra los vehículos en los que viajaban los turistas procedentes de España.
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, confirmó la muerte de siete turistas españoles en Yemen en un atentado causado por un “coche suicida” que embistió a los dos vehículos en los que viajaban y que provocó heridas a otros cinco españoles. En una declaración sin preguntas ante los medios de comunicación en la sede del Ministerio, Moratinos explicó que se estaba trasladando a los fallecidos y a los heridos a un centro hospitalario de la capital yemení, Saná, y agregó que hasta que no llegasen al centro sanitario no se estará en condiciones de confirmar las identidades.
Estaba previsto qur una aeronave española saliese hacia Yemen para repatriar los cadáveres y a los heridos en el menor tiempo posible.
El Rey Juan Carlos expresó su “indignación, condena y repulsa” por el atentado con coche bomba que causó la muerte de los turistas españoles y del que fue informado por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, señalaron a Efe fuentes de la Zarzuela.
Don Juan Carlos, que tuvo conocimiento del atentado mientras se encontraba en Barcelona para entregar las becas de La Caixa a 137 estudiantes universitarios, pidió que se transmitan sus condolencias y su máximo afecto a las familias de las víctimas, mientras ha deseado una pronta recuperación a los heridos.
Las fuentes consultadas por Efe indicaron que el Rey se comunicó esta tarde en dos ocasiones con el presidente del Gobierno para interesarse por los detalles y circunstancias del atentado y por el estado de los heridos.
Diecisiete españoles murieron desde 1994 en el extranjero, víctimas de atentados contra turistas, incluidos los siete que fallecieron en este ataque ocurrido al noreste de Yemen. Las siete víctimas formaban parte de un grupo de 14 turistas españoles que visitaban un lugar en la provincia de Mareb, a unos 190 kilómetros de la capital yemení, Saná, cuando ocurrió la explosión, causada aparentemente por un coche bomba, según fuentes policiales yemeníes.
El 16 de mayo de 2003, cinco explosiones causaron la muerte de 45 personas en Casablanca (Marruecos), entre las que se encontraban cuatro españoles, dos ellos, empresarios, Manuel Albiach Tutusaus, originario de Tarragona, y Francisco Abad Lazo, de Almería, además del camionero navarro Domingo Mateo, que se encontraban en la Casa de España cuando se produjo el ataque. La cuarta víctima española, fallecida el 23 de mayo siguiente en Barcelona, fue el vicepresidente de la Casa de Cataluña en Marruecos, Joan Alié Maciá.