Mariano Rajoy cesa al Gobierno catalán y convoca elecciones autonómicas para el 21 de diciembre

Tras la aprobación de una especie de independencia en el Parlament y con el apoyo del Senado a las medidas del 155 de la Constitución

Comparecencia de Mariano Rajoy en la que explicó las medidas del Gobierno.
Un millón de personas se manifestaron por las calles de Barcelona, el día 29, en defensa de la unidad de España y como respaldo a las medidas del Gobierno.

El Ejecutivo se reunió tras recibir el respaldo del Senado a las medidas que le propuso como aplicación del artículo 155 de la Constitución, siguiendo el trámite legal. Y Rajoy explicó las decisiones del Gobierno apenas cinco horas después de otra sesión surrealista del Parlament de Cataluña que acabó con una especie de declaración de independencia, mediante la votación secreta de una resolución apoyada por Junts pel Sí (formada por el PDeCAT -la antigua Convergencia- y Esquerra Republicana) y las CUP y rechazada por los letrados de la Cámara. De la votación se ausentaron los partidos constitucionalistas Ciudadanos, Partido Socialista y Partido Popular.

Ministerios al mando

Las primeras medidas aprobadas por el Consejo de Ministros en aplicación del 155, que había anunciado el Ejecutivo el pasado día 21, son los ceses del presidente de la Generalitat de Cataluña, el vicepresidente y el resto de consellers del Gobierno autonómico; la designación de los órganos administrativos encargados de dar cumplimiento a las medidas aprobadas por el Senado, que serán los ministerios correspondientes a las competencias de cada consellería; la extinción de las oficinas del presidente y vicepresidente, del Consell de Transición Nacional, del Patronato de Diplocat, de las delegaciones en el extranjero -conocidas como embajadas-, excepto Bruselas; y los ceses de los delegados de la Generalitat en Bruselas y en Madrid y del secretario general del Departamento de Interior y el director general de la Policía autonómica; es decir, los responsables políticos de los Mossos d’Esquadra. Un día después se hizo lo propio con el mando policial, el major Josep Lluis Trapero. Además, el Gobierno acordó presentar ante el Tribunal Constitucional el incidente de ejecución de sentencia, la nulidad de las resoluciones aprobadas ese mismo día por el Parlament de Cataluña.

Por otro lado, Rajoy informó de que había disuelto el Parlament de Cataluña y que el próximo 21 de diciembre se celebrarán elecciones autonómicas. “Son las urnas, las de verdad, las que tienen ley, controles y garantías, las que pueden sentar las bases de la necesaria recuperación de la convivencia entre catalanes”, argumentó el jefe del Ejecutivo.

“Como hemos dicho en otras ocasiones, no se trata de suspender el autogobierno ni de intervenirlo ni de recortarlo. Se trata, sencillamente, de devolverlo a la normalidad lo antes posible. Una normalidad empieza por la ley, por recuperar la legitimidad institucional y por devolver la voz a los catalanes”, explicó el presidente del Gobierno de España.

Restituir el autogobierno

Y añadió que “las decisiones que hemos adoptado son para restituir un autogobierno que ha sido liquidado en las últimas semanas por una cadena de decisiones ilegales, arbitrarias y excluyentes adoptadas por los gobernantes de la Generalitat. Son los pasos necesarios e imprescindibles para devolver la legitimidad democrática al autogobierno”.

Rajoy agradeció su apoyo al PSOE y Ciudadanos y a sus dirigentes Pedro Sánchez y Albert Rivera. Así como a UPN, Foro Asturias, PAR, CC y a todos aquellos que respaldaron en el Senado las propuestas del Gobierno. Podemos, sin embargo, se declaró contrario al 155 y defendió un referéndum para Cataluña.

A esta situación se llegó por el rechazo del president de la Generalitat, Carles Puigdemont, a acudir al Senado para debatir sobre la aplicación del artículo 155 de la Constitución y volver a la legalidad. Sin embargo, por unas horas se creyó que convocaría elecciones en Cataluña para evitar la aplicación del 155. Esta posibilidad abrió divisiones internas importantes en el seno del Govern catalán, por lo que Puigdemont optó por seguir adelante y Rajoy y su Gobierno se vio obligado a actuar.