Repercusiones en la economía de la deriva soberanista

Las medidas del frente soberanista que dirigía la Generalitat de Cataluña estaban provocando un hundimiento de la economía en ese territorio: por la fuga de más de 2.000 empresas, el descenso del turismo, la caída del consumo y su paso a la cola de España en la creación de empleo en un mes de octubre negro, en el que el proceso independentista se llevó al límite. Mientras, el Producto Interior Bruto (PIB) de España creció un 0,8% en el tercer trimestre y el paro se situó en su nivel más bajo desde 2008, con una tasa de desempleo del 16,38% en la EPA.