El PP se lanza a la reconquista de votos perdidos en los últimos años con el mismo equipo directivo y más poder para Maillo

Celebró su Congreso Nacional al igual que Ciudadanos y como Podemos en Asamblea

Pablo Iglesias e Íñigo Errejón.
José Manuel Villegas, Albert Rivera e Inés Arrimadas.
María Dolores de Cospedal, Mariano Rajoy y Fernando Martínez Maillo.

El Partido Popular celebró en Madrid su 18º Congreso Nacional en el que renovó el liderazgo de Mariano Rajoy, con más del 95% de los votos de los compromisarios, su equipo directivo y actualizó sus mensajes para los próximos años con la idea principal de recuperar los votantes que tuvo en las municipales, autonómicas y generales de 2011. Con la vista puesta en los comicios de las comunidades y los ayuntamientos de dentro de dos años. Y en situación de alerta por si la legislatura actual se complica y hay convocatoria de elecciones ante la falta de apoyos para los presupuestos generales.

El PP se reafirmó en sus políticas de centro-derecha, un bloque ideológico del que quiere recuperar todo el apoyo, sin grandes problemas para aprobar sus ponencias en un Congreso bastante tranquilo. Sólo hubo discrepancias sobre la acumulación de cargos. Rajoy, sin embargo, no realizó cambios demasiado significativos en el reparto de tareas y mantuvo al mismo equipo directivo que tenía, al sostener que lo que funciona no se toca. 

Sigue, por tanto, María Dolores de Cospedal como secretaria general y número dos pero, ante su labor como ministra de Defensa, el presidente del PP optó por dar más poder en el partido a Fernando Martínez Maillo, como coordinador general y responsable de Organización y Electoral y de facto el responsable del día a día. 

Resuelta la situación en el PP, Rajoy afrontará en los próximos meses dos grandes retos: la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, para lo que necesita apoyo que no tiene, y la respuesta al proceso soberanista en Cataluña, ante el que se mostró muy firme asegurando que no habrá ninguna consulta independentista y que no comerciará con nada para detener un proyecto de ruptura de la convivencia y del orden constitucional.

Tensión en Podemos

Más agitadas corrieron las aguas en la Asamblea de Podemos ante la ruptura entre su número uno, Pablo Iglesias, y el dos, Íñigo Errejón, que se enfrentaron abiertamente por el poder orgánico amenzando ambos con retirarse si perdían. Finalmente, la victoria fue para Iglesias con amplia mayoría tanto en las propuestas ideológicas como en el reparto de cargos en un ambiente de tensión que llevó a los asistentes a gritar continuamente “unidad, unidad”.

El ganador afirmó en su discurso que afrontará su nuevo mandato como secretario general con humildad y con unidad. Errejón no ha dado por el momento ningún paso atrás pero es previsible que pierda sus puestos de portavoz en el Congreso y de secretario de Política y Área de Estrategia y Campaña de Podemos tras su derrota y desmarque de Iglesias.

Las citas del PP y de Podemos fueron el fin de semana del 10 al 12 de febrero, mientras que Ciudadanos celebró su Congreso una semana antes, con la renovación del liderazgo de Albert Rivera, que presentó a su formación como una copia de los liberales de Cádiz de 1812 lista para gobernar enterrando la socialdemocracia y abrazando un liberalismo progresista. 

Rivera repartió responsabilidades designando portavoz nacional a su número uno en Cataluña, Inés Arrimadas, que formará el núcleo duro del partido con Rivera y con José Manuel Villegas.

Finalmente, en el PSOE no hay todavía nuevos candidatos a competir en las primarias con Patxi López y Pedro Sánchez, pero la presidenta andaluza, Susana Díaz, aseguró en un acto ante miles de personas que se encuentra con ilusión, con fuerzas y con ganas de ganar.