Mariano Rajoy supera la investidura al cuarto intento y con dos elecciones y ya es presidente del Gobierno

Renueva mandato tras más de 300 días en funciones y por la abstención de 68 diputados del PSOE

Mariano Rajoy jura el cargo de presidente del Gobierno, el pasado 31de octubre, ante el Rey Felipe VI en el Palacio de La Zarzuela.
Mariano Rajoy recibe el aplauso de los miembros del Gobierno en funciones y de los diputados del PP tras ser reelegido presidente.

Mariano Rajoy juró, el pasado 31 de octubre, su cargo de presidente del Gobierno de España en el Palacio de La Zarzuela ante el Rey Felipe VI -quien había propuesto su candidatura a la Presidencia tras la ronda de contactos con los grupos parlamentarios-. Felipe VI firmó el día 30 el nombramiento de Rajoy como presidente y el 31 se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Previamente, el 29 de octubre, Mariano Rajoy había sido investido presidente del Gobierno en el pleno del Congreso de los Diputados por 170 votos a favor del Partido Popular (PP), Ciudadanos (C’s) y Coalición Canaria (CC); 68 abstenciones del Partido Socialista Obrero Español (PSOE); y 111 en contra, del resto de partidos y de 15 diputados socialistas que rompieron la disciplina de voto. 

Era el cuarto intento de Rajoy, tras las dos votaciones del anterior debate de investidura -los días 30 de agosto y 2 de septiembre- y la primera de éste, el 27 de octubre. Sin contar la fallida legislatura entre los comicios del 20 de diciembre del año pasado y del 26 de junio, en la que no presentó su candidatura, por falta de apoyos, y sí lo hizo sin éxito el ya exsecretario general del PSOE y candidato socialista en las dos elecciones, Pedro Sánchez.

Pide algo más

Antes de celebrarse la votación que le otorgó la confianza de la Cámara Baja, Mariano Rajoy trasladó a todos los grupos parlamentarios que “España necesita algo más que una simple investidura, necesita un gobierno que esté en condiciones de gobernar”. “No pido un cheque en blanco, pido madurez”, dijo.

En este sentido, manifestó que “España puede ser gobernada, y bien gobernada, aunque no exista mayoría absoluta” si cuenta con un gobierno al que no le falten apoyos para desarrollar las tareas trascendentales para el bienestar de los españoles. A su juicio, “hoy trazamos el camino del futuro, de ese futuro del que la falta de mayoría nos hace a todos responsables”.

Rajoy aseguró estar dispuesto a “corregir todo lo que merezca corrección, a mejorar todo lo que sea mejorable y a ceder en todo lo que sea razonable. No escatimaré ni tiempo ni dedicación y trabajaré cada día esa gobernabilidad”, afirmó. No obstante, puntualizó que lo que no negociará, porque no le está permitido, es la unidad de España ni la igualdad de los españoles. Tampoco puede incumplir “nuestros compromisos con la Unión Europea” ni quebrar la estabilidad presupuestaria, manifestó.

Además, subrayó que no está dispuesto a derribar lo construido, a lesionar la recuperación económica ni a dañar la creación de empleo: “no tiene ningún sentido liquidar todas las reformas”. “Mejoremos lo mejorable, pero no impidamos que España siga siendo el país que más crece en Europa y el que más empleo crea”, explicó.

Finalmente, Mariano Rajoy pidió un gobierno “previsible”, en el que “sus grandes líneas sean conocidas desde el principio, que anuncie de antemano lo que va a ocurrir y especialmente lo que no va a ocurrir para que todo el mundo sepa a qué atenerse”.

Primera votación

Dos días antes, el candidato del PP perdió la primera votación de investidura, el 27 de octubre, al no recibir el respaldo de la mayoría absoluta de la Cámara, tal y como exige el artículo 99 de la Constitución española. El resultado fue de 170 votos a favor (PP, C’s y CC) y 180 en contra (del resto de grupos, incluido el PSOE en pleno).

Y es que el Partido Socialista había decidido en su último Comité Federal pronunciarse en contra de Rajoy, como muestra de oposición a las políticas que ha mantenido en la anterior legislatura, en la primera votación, pero abstenerse en la segunda, como muestra de responsabilidad para dotar de gobierno a España y acabar con la situación de bloqueo político.

El presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, señaló tras el Comité Federal que no creía que abstenerse tuviera que ser algo “vergonzante”, porque “abstenerse no es apoyar” y recordó también que “el PSOE llega a esa conclusión después de un profundo debate y en una situación muy difícil”. “No podemos aplicar nuestro programa y la forma en que podemos hacer algo de las propuestas que teníamos es que seamos oposición, y para eso necesariamente tiene que haber gobierno”, explicó ante el mal resultado del PSOE en las últimas elecciones generales y como justificación al cambio de postura.

Rajoy anunció, durante su réplica al portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, que abordarán la suspensión de los efectos académicos de las evaluaciones finales de la ESO y del Bachillerato previstas en la LOMCE hasta que se concluya el pacto de Estado por la Educación que propuso un día antes.