El Rey recibió el pasado 9 de julio al presidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama, en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz en el “marco de las estrechas relaciones personales y las institucionales entre los dos países” y al día siguiente mantuvieron un encuentro en el Palacio Real de Madrid. Fue la primera visita oficial a España de Obama, más corta de lo previsto, debido a los trágicos sucesos acaecidos en Dallas, que obligaron a suspender su estancia en Sevilla.
Felipe VI subrayó “los valores e intereses que los EEUU y España comparten”, para añadir que “los vínculos entre nuestras dos naciones se han fortalecido intensamente en todos los ámbitos”. El Rey resaltó que “tenemos la firme voluntad y el pleno compromiso de mantener siempre la más estrecha colaboración con los Estados Unidos de América, un país amigo y decisivo en el mundo”.
El presidente norteamericano también se reunió en el Palacio de La Moncloa con su homólogo, Mariano Rajoy, ante quien elogió las reformas en España pero alertó del aumento de la desigualdad. Obama, que advirtió también del peligro del populismo, pidió un Gobierno estable y que funcione. Felicitó a Rajoy por el progreso de la economía en los últimos años y reclamó, durante su visita a la base conjunta de Rota (Cádiz) -la primera de un presidente de Estados Unidos-, una España unida y fuerte.
Antes de abandonar el país, dedicó diez minutos a reunirse con los líderes del PSOE, Pedro Sánchez; de Unidos Podemos, Pablo Iglesias; y de Ciudadanos, Albert Rivera.