Izquierda Unida se desplomó en los parlamentos autonómicos, en los que pasó de tener 35 representantes a ocupar tan sólo 9 escaños. La caída más dramática fue la de la Asamblea de Madrid, tenía 13 y ya no le queda ninguno. También se quedó sin diputados en la Comunidad Valenciana, donde tenía cinco representantes, en Extremadura (obtuvo 3 en 2011), y perdió su escaño en Murcia. Además, pasó de cuatro diputados a uno en Aragón, de tres representantes a dos en Navarra y mantuvo un escaño en Castilla y León. Su mejor resultado fue el obtenido en Asturias, donde logró mantener cinco diputados con su excoordinador federal y diputado, Gaspar Llamazares, como candidato.
Por su parte, Unión, Progreso y Democracia (UPyD), que en 2011 logró tener representación en la Asamblea de Madrid (8 escaños) se quedó sin ningún diputado autonómico en las 13 comunidades en la que hubo comicios. Como consecuencia de ello, y de la prolongada crisis que sufre la formación en los últimos meses con continuas dimisiones, su líder Rosa Díez anunció que no se presentará al Congreso Extraordinario que celebrará UPyD en junio, retirándose de la primera línea.