Guiños a la emigración y el exilio

En la proclamación del Rey Felipe VI

En la proclamación del jefe del Estado español hubo algunos guiños al exilio y a los emigrantes. En su discurso, Don Felipe recordó la labor de su padre el Rey Juan Carlos I para volver a unir a las ‘dos españas’ tras la Guerra Civil y la dictadura. “Apeló a los valores defendidos por mi abuelo el Conde Barcelona y nos convocó a un gran proyecto de concordia nacional que ha dado lugar a los mejores años de nuestra historia contemporánea”, explicó el nuevo monarca.
Felipe VI añadió que “en la persona del Rey Juan Carlos rendimos hoy el agradecimiento que merece una generación de ciudadanos que abrió camino a la democracia, al entendimiento entre los españoles y a su convivencia en libertad. Esa generación, bajo su liderazgo y con el impulso protagonista del pueblo español, construyó los cimientos de un edificio político que logró superar diferencias que parecían insalvables, conseguir la reconciliación de los españoles, reconocer a España en su pluralidad y recuperar para nuestra Nación su lugar en el mundo”.
En su repaso a las líneas generales que deben conformar su reinado, Don Felipe se refirió a la política exterior y destacó especialmente en esta materia que “con los países iberoamericanos nos unen la historia y lazos muy intensos de afecto y hermandad”.
El Rey reafirmó su “fe en la unidad de España, de la que la Corona es símbolo. Unidad que no es uniformidad, Señorías, desde que en 1978 la Constitución reconoció nuestra diversidad como una característica que define nuestra propia identidad, al proclamar su voluntad de proteger a todos los pueblos de España, sus tradiciones y culturas, lenguas e instituciones. Una diversidad que nace de nuestra historia, nos engrandece y nos debe fortalecer”.
En su defensa de las “tradiciones y culturas diversas” dentro de España resaltó la riqueza de lenguas. “Junto al castellano, lengua oficial del Estado, las otras lenguas de España forman un patrimonio común que, tal y como establece la Constitución, debe ser objeto de especial respeto y protección; pues las lenguas constituyen las vías naturales de acceso al conocimiento de los pueblos y son a la vez los puentes para el diálogo de todos los españoles. Y así lo han considerado y reclamado escritores tan señeros como Antonio Machado, Espriu, Aresti o Castelao”, afirmó el Rey. Las referencias a estos escritores no son baladíes, puesto que Machado falleció cuando huía al exilio en Francia de la represión franquista y Castelao emigró a Argentina, donde se convirtió en el símbolo de los exiliados gallegos. Como anécdota, cabe destacar que el discurso de Felipe VI finalizó precisamente en gallego. Sus dos últimas palabras fueron “moitas grazas”, tras haber dicho esta misma expresión en castellano, catalán y euskera.