La colectividad española celebra en la capital cubana el Día Internacional del Migrante

Cinco mujeres recibieron el Diploma de Honor al Emigrante Distinguido

Entrega de los diplomas.
Presidencia del acto.
Carmelo González se dirige a los asistentes.
Juna José Buitrago, izquierda, con Eduadro Veitía y Marta Egusquiza.

También se encontraban presentes la ministra consejera de la Embajada de España en La Habana, Nuria Reigosa; el jefe de Sección de la Consejería de Empleo y Seguridad Social (CESS), Rafael Garbajosa; la canciller del Consulado General de España en La Habana, Ana Sánchez; el presidente de la Federación de Sociedades Españolas de Cuba (FSEC), Julio Santamarina, y una amplia representación de la comunidad española en la capital cubana. Una vez interpretados los himnos nacionales de Cuba y de España, y presentadas las autoridades invitadas, comenzó el acto con las palabras de Carmelo González.

“Hoy celebramos un día muy especial. Hace muchos años, por diversas razones, casi todas económicas, tomamos un barco con rumbo desconocido, aunque en el billete decía La Habana, Santiago de Cuba u otro puerto, otros fueron a Buenos Aires, Caracas y hasta Montevideo. Todos teníamos un mismo objetivo: hacernos de muchos duros para conquistar a nuestra chica, casarnos y vivir bien como lo habían hecho los ‘indianos’ que conocíamos”, afirmó el presidente del CRE.

“Con el tiempo -continuó Carmelo González- nos dimos cuenta, dolorosamente, que todo era un espejismo. Era verdad que unos, muy pocos, tuvieron suerte, y fueron recompensados; otros volvieron para tapar su orgullo y egresaron para pagar sus deudas; la mayoría nos quedamos y llevamos a cabo nuestros sueños aquí en nuestra querida Isla. (…) Por supuesto éramos los olvidados”.

“Este fenómeno -recordó- tocó a todos los países, aunque España es el país emigrante por antonomasia. Hace algunos años las Naciones Unidas acordó, al analizar nuestros méritos, crear el Día del Emigrante, que es nuestro día especial. Felicitaciones a los emigrantes y a sus descendientes, cuyos valores han crecido con el tiempo, y en especial para los emigrantes premiados este año”.

Sobre la vida y la obra de los emigrantes españoles en Cuba habló el embajador Buitrago de Benito. “Representan, de una forma muy real y muy gráfica, lo que han sido los sueños, los sufrimientos y los anhelos de la emigración española en Cuba. Sin pasado no podemos tener presente ni podemos tener futuro”. El diplomático quiso felicitar “a esta comunidad española a través de sus diferentes asociaciones por ese afán que han tenido siempre en preservar la memoria de personas concretas que constituyen la comunidad española en Cuba. Eso a mí como español me enorgullece”. Y también se refirió a los emigrantes galardonados este año: “Muchísimas gracias y enhorabuena a los cinco premiados, muchas gracias por vuestro tesón, por vuestra propia biografía que es ejemplo para todos nosotros. Muchas gracias”.

A continuación se leyó el acta del jurado que nominó a cinco emigrantes galardonados este año con el importante reconocimiento, así como una breve y emotiva reseña biográfica de cada uno de ellos, mientras que por su parte, el embajador español y el presidente del CRE, entregaron el Diploma de Honor al Emigrante Distinguido a las hermanas María Antonia y Concepción Díez Fernández; (Asturias), a María Márquez Hernández (Cataluña); María Úrsula Ducassi López-Dóriga (Cantabria) y a Catalina Gin Chesa (Aragón), las dos últimas representadas en el acto por los directivos Reinaldo Rojas y María Teresa González, respectivamente.

La gala artística contó con las actuaciones de la declamadora Lisette Núñez; la soprano Surema Rodríguez y el guitarrista Adán Silveira; los cantantes Mario Orbelis y Rafael Frómeta; y los solistas y cuerpo de baile del Ballet Español de Cuba, bajo la dirección de Eduardo Veitía, quienes pusieron broche de oro al espectáculo con su magistral interpretación de ‘La boda de Luis Alonso’. La dirección artística fue de Eduardo Veitía y la conducción de la actriz Laritza Camacho.