Asimismo, los directivos del Hogar Español, la comisión de apoyo y varios responsables de otras instituciones españolas, también hicieron una gran hoguera en el jardín del Hogar Español donde los emigrantes ancianos que allí residen pudieron disfrutarla detrás de las ventanas ya que hacía bastante frío. Algunos también probaron la queimada que allí se hizo por un ‘brujo’ gallego.
Luego continuaría esa misma noche del 23 de junio con una gran hoguera de casi dos toneladas de madera alrededor de la cual se agruparon catalanes y uruguayos en la Plaza Varela de la residencial zona de Pocitos. También en la zona del puerto de Montevideo, esta vez organizada por los vecinos de la Ciudad Vieja, hicieron lo propio poniéndole color europeo a la fiesta que se realiza con temperaturas cercanas a los cero grados por estos lares.
Luego, en la tarde del viernes 24 de junio, fue el Centro Cultural de España el que albergó la actividad llamada ‘Las noches bárbaras’ que presentó en tres escenarios dentro del Mojana y en la propia calle, tres decenas de espectáculos musicales con casi un centenar de artistas que deleitaron a millares de asistentes que se dieron cita.
Esa misma noche fue la comisión de cultura de Casa de Galicia la que volvió a organizar la ‘Noche de San Juan’, en la que, disfrutando de una comida típica gallega, se desplegó en el salón de la sede central una actuación de danzas gallegas con los gaiteros de la institución, así como también un grupo de cante y baile flamenco que le puso el color a la velada, en tanto el cierre fue con una vibrante queimada con el tradicional ‘conxuro’.
Jóvenes
Al mismo tiempo, en el centro de Montevideo, muy cerca de de la playa Pocitos, donde hasta principios del siglo pasado concurrían las lavanderas a lavar la ropa en los pozos que hacían en la arena, los jóvenes de la colectividad gallega le daban una lección a los más veteranos.
En esta ocasión fueron los jóvenes de los Centros Valle Miñor y del Unión Hijos de Morgadanes que organizaron una fiesta con el objetivo de recaudar fondos para organizar otro viaje de visita a entidades gallegas, en este caso a Brasil. Los jóvenes de ambas entidades vendieron alimentos, bebidas, hicieron la queimada, y le pusieron la alegría a la noche con sus danzas y música en el escenario que albergó a medio centenar de nuevas generaciones y algún emigrante que también se mezcla con ellos.
Este sería el segundo viaje que organizan después del que realizaron el año pasado a entidades gallegas de Argentina y Chile. En estos viajes no solamente se intercambia la cultura y amistad con los descendientes de gallegos de las ciudades que visitan, sino que también se forman lazos de hermandad profunda entre los jóvenes de distintos clubes de Montevideo.
El presidente del Valle Miñor, Carlos Barcia, demostraba la alegría que le daba ver la organización y la fiesta que se había montado y manifestó que “tenemos que dejar que los jóvenes hagan las cosas, que ellos son los que van a unir a la colectividad”.