Sergio Galaso, un joven andaluz que lleva los típicos churros españoles hasta la ciudad flamenca de Vilvoorde

También regenta el bar y cocina del Centro Andaluz Peñarroya

Sergio Galaso en su churrería.
En compañía de su familia y Danny, un joven cubano que ayuda en el servicio de las mesas, en el Centro Andaluz Peñarroya.

Uno de los muchos españoles que ha emigrado a causa de la crisis económica de estos años es el joven Sergio Galaso Rueda, natural de Andújar, en la provincia de Jaén, que al encontrarse sin trabajo en España tomó la decisión de salir de su tierra en busca de una vida mejor para su familia, como les ocurrió a otros miles de compatriotas allá por las décadas de los cincuenta a los ochenta del siglo pasado, aterrizando en la ciudad belga de Vilvoorde hace cuatro años en la compañía de su esposa, Isabel Martínez Estepa, y de sus hijos Valery y Sergio,de 15 y 8 años respectivamente.

Después de varios trabajos en diferentes empresas, Sergio Galaso tomó la decisión de montar una churrería en la ciudad de Vilvoorde que está teniendo bastante aceptación, no solo entre los componentes de la amplia colonia española sino también entre los belgas que de sobra es sabido su afición a la gastronomía española.

Cuenta Sergio que, “después de casi medio año los churros están gustando a la gente, mucho más de lo que yo esperaba, ya que no es precisamente un producto que sea muy conocido por estos lares”. No solamente es el churro tradicional, o la porra, sino que también los presenta rellenos con chocolate blanco, crema, canela u otras versiones propias.

También en el bar del Centro Andaluz Peñarroya

Desde hace dos años, Sergio Galaso Rueda se ha hecho responsable de la gerencia del bar y cocina del Centro Andaluz Cultural y Deportivo Peñarroya de Vilvoorde, ciudad ubicada en la zona flamenca de Bélgica donde residen un par de miles de españoles y, en la actualidad, junto con La Peña Andaluza, también ubicada en esta ciudad, dos de los pocos centros españoles que todavía existen dentro del mundo asociativo español en Bélgica.

Afirma este joven emigrante emprendedor que esta ocupación, que lleva en la compañía de su esposa Isabel Martínez -la cual ya tenía una hermana en Vilvoode desde hace ocho años-, al tratarse de una asociación sin fines lucrativos, es completamente altruista, pero que lo hace con ganas de ayudar a la entidad que desde un principio le ha tratado muy bien.

Los socios están muy satisfechos con el servicio de la familia Galaso-Martínez y es por ello que la dirección no tiene inconveniente alguno en dejarle que continúe con la gerencia de bar y cocina del centro Andaluz Cultural y Deportivo Peñarroya de Vilvoorde.