Amarelo de Castro, a título póstumo, y Aurelio Miras recibieron la Medalla de Honor de la Emigración

En el acto, celebrado en Santiago, Feijóo revindicó el compromiso de Galicia con la diáspora: “Los derechos de los emigrantes son los nuestros”

Aurelio Miras se dirige a los asistentes.
Intervención del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.
Intervención de la ministra Fátima Báñez.
Aurelio Miras Portugal recibe el galardón.
La viudad de Fernando Amarelo de Castro, María del Carmen Freire, en el momento de recibir la Medalla de Honor de la Emigración.
Fátima Báñez, María del Carmen Freire, Aurelio Miras Portugal, Alberto Núñez Feijóo y Marina del Corral.

La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, entregó, junto al presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, y la secretaria general de Inmigración y Emigración del Ministerio, Marina del Corral, dos Medallas de Honor de la Emigración, en su categoría de Oro, en un acto que tuvo lugar el miércoles 19 de julio en el Pazo de Raxoi, en Santiago de Compostela. Los galardonados fueron Fernando Amarelo de Castro, a título póstumo, y Aurelio Miras Portugal.

Fátima Báñez comenzó su intervención en el acto, en el que también estuvo presente el secretario xeral da Emigración el Ejecutivo gallego, Antonio Rodríguez Miranda, y otros altos cargos tanto de la Xunta como del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, resaltando la importancia de esta distinción, creada por “haber destacado por su abnegación, esfuerzo y trabajo personal en favor del emigrante español”.

“Hoy vamos a hacer entrega de este galardón en su calidad de Oro a dos gallegos ilustres, dos personas que han dedicado su vida a los emigrantes españoles desde diferentes puestos de responsabilidad tanto en la Administración General del Estado como en la autonómica”, afirmó la ministra.

Sobre los condecorados, Fernando Amarelo de Castro, a título póstumo, y Aurelio Miras Portugal, Báñez destacó que se trata de dos gallegos comprometidos con Galicia y con la España exterior, y que “supieron trasladar al ámbito de las administraciones autonómicas y general del Estado esos valores adquiridos y que ya son parte del ADN de todos los emigrantes: solidaridad, responsabilidad, sensatez en la gestión y un espíritu de trabajo inquebrantable”, subrayó Fátima Báñez.

Fernando Amarelo de Castro hoy no está con nosotros, pero sí su familia, expresó la ministra, que va a recibir en su nombre esta medalla y “con ella nuestro reconocimiento a toda una vida ejemplar, cimentada en la responsabilidad y construida con el compromiso con sus paisanos de ambas orillas”. Fue María del Carmen Freire, viuda de Amarelo, quien recogió la Medalla de manos del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo

El trabajo de Fernando Amarelo se centró en fomentar la integración y la equiparación de los gallegos del exterior con los gallegos del interior, impulsando programas destinados a mejorar sus condiciones de vida, mediante ayudas sociales y asistenciales, a la vez que reforzaba los lazos de los emigrantes con su tierra de origen.

Aurelio Miras Portugal, de quien destacó la ministra que “siempre dio lo mejor de sí mismo para mejorar las condiciones de vida de nuestros paisanos en el exterior, cuidando especialmente de los más vulnerables, de nuestros mayores y de los que por una razón u otra, quedaron apartados del éxito en su vida migratoria”.

Además, destacó la responsable de Empleo y Seguridad Social, “ha conocido a fondo los problemas de la emigración, con empatía y humanidad hasta casi convertirse en emigrante él mismo”. Y por eso ha logrado que esta medalla cuente con el apoyo unánime del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior.

Fátima Báñez finalizó su intervención resaltando que estas medallas son un premio impulsado desde la propia emigración, destinadas a quienes supieron construir puentes de afecto, de solidaridad y de compromiso. Y a los premiados “por esas trayectorias llenas de valores humanos, que son la verdadera razón por la que ambos reciben la Medalla de Honor de la Emigración en su categoría de Oro”.

Compromiso de la Xunta con la diáspora

Por su parte, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, reivindicó el compromiso de Galicia con la diáspora y la importancia de que este esfuerzo sea correspondido por el Gobierno central. Para el titular autonómico, “los derechos de los emigrantes son los nuestros”, por lo que resulta imprescindible ayudar los gallegos del exterior que están pasando por una situación difícil.

Durante el acto, Feijóo recordó el papel destacado de los dos galardonados -ambos fueron en su día responsables de Emigración de la Xunta- en la consolidación del concepto de ‘galleguidad’, que, según dijo, “reparó una vieja injusticia, contribuyó a unir la Galicia desperdigada e inició un camino irreversible”. Esta senda de unidad sería continuada por sus sucesores, de tal manera que hoy “las políticas públicas que hacemos desde Galicia no se pueden concebir sin tener en cuenta que, uno de cada cinco gallegos, residen fuera de nuestras fronteras”, abundó.

Apoyo a los gallegos en Venezuela

El presidente del Gobierno autonómico también quiso tener unas palabras de apoyo para las comunidades gallegas en Venezuela, a las que se les va a dedicar una partida de 600.000 euros en el marco de la Ley de actuaciones de apoyo al crecimiento económico y refuerzo del gasto social. Estas ayudas se añaden a otras que la Xunta ya tenía en marcha para luchar contra el desabastecimiento de alimentos, garantizar el suministro sanitario y apoyar a los emigrantes retornados. “No nos olvidamos de vosotros, porque vosotros sois tan gallegos como los que más y os merecéis que Galicia no os deje solos”, concluyó Feijóo.

Intervención de Miras Portugal

En su intervención tras recibir el galardón de manos de la secretaria general de Inmigración y Emigración, Marina del Corral, Miras Portugal destacó la importancia que para él tiene que esta medalla haya sido entregada por sus propios compañeros, así como solicitada por unanimidad por el Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior, compuesto “por los propios emigrantes” y que supone un órgano “variopinto” en el que están representadas diferentes sensibilidades políticas.

Tras elogiar la figura del “extraordinario” Amarelo de Castro, Miras Portugal hizo una llamada de atención a los políticos que buscan «el voto del siglo XXI» para que no sean “dominados por los burócratas”.