ESPECIAL ANIVERSARIO

20 años de España Exterior

Por Antonio Rodríguez Miranda, secretario Xeral da Emigración de la Xunta de Galicia

Antonio Rodríguez Miranda.

Decía el conocido tango de Gardel que “veinte años no es nada”. Hay motivos de sobra para matizar esa afirmación, porque a veces un solo minuto, un solo segundo, es clave para alterar nuestro destino, como cuando nos atrevemos a conquistar el corazón amado, o tomamos una decisión que el tiempo demuestra oportuna. Entre esas decisiones vitales importantes, se encuentra aquella que nos empuja, pasito a paso, en ocasiones con pies remolones, a poner rumbo a otras tierras.

Fueron muchos los que vivieron ese instante, tal vez hace veinte años, tal vez hace mucho más tiempo atrás, en el que se alejaba el lugar de los juegos infantiles, la aldea materna llena de recuerdos de infancia.

Quedó siempre vivo un cordón umbilical unido a esa tierra: buena parte del mérito de que veinte años acaben en nada se lo debemos a España Exterior. Fue, es, gracias a las noticias que nos llegan de la mano de esta publicación singular, que los lazos entre los emigrantes y su tierra se suministran, se renuevan, se alimentan, crecen en cada número. En gran medida, acabar con la inevitable morriña lo conseguimos con los colores que nos dibuja en cada noticia el magnífico equipo de profesionales que conformó y conforma este periódico. Y, de la misma manera, España Exterior también ha contribuido a fortalecer los lazos internos entre quienes formaban y forman cada una de las comunidades de la diáspora. Me corresponde decir que pocos medios de comunicación en la actualidad poseen un personal con la capacidad profesional y la calidad humana de España Exterior, implicados, involucrados activamente en la materia sobre la que informan. Es mi deber reconocerlo y valorarlo en su justa medida.

Puede que parezca innecesario, pero se me antoja oportuno decir que, tras veinte años de existencia, la experiencia atesorada por este medio sirve de garantía más que suficiente para un futuro aún más prometedor. Si bien es cierto que la información (y la falsedad también, para desgracia común) se propaga con cada vez más frecuencia en soportes digitales, no me cabe duda que en ese campo España Exterior tendrá también presencia relevante, y será voz autorizada.

Para las personas en las que, como yo, recae la responsabilidad de gestionar la relación con las comunidades de paisanos residentes fuera, este periódico es un aliado necesario, insustituible en su labor de aportación de nuestro trabajo a sus naturales destinatarios. Es gracias a España Exterior y otras publicaciones específicas destinadas a la diáspora que nuestra decidida apuesta por la inversión social a través de los programas destinados a los paisanos en situación de mayor dificultad, y todas las acciones innovadoras puestas en marcha cada año, tienen la respuesta y repercusión necesarias. Sin estos privilegiados canales de información sería, por ejemplo, inviable mantener el enlace de las segundas generaciones de gallegos, ya nacidos en la diáspora, con su tierra de origen. Y cuando hablamos de segundas generaciones estamos refiriéndonos a 3 de cada 4 gallegos residentes en el Exterior.

Finalizo como comencé, con una obligada referencia musical al imaginario colectivo de la diáspora y también de los gallegos del interior, en este caso de la mano de una artista gallega e internacional: primero, porque formó parte de las comunidades gallegas en el Exterior, y en segundo lugar, porque representa esa Galicia actual y moderna que conquista mercados, paladares y corazones; una persona, además, que acaba de ser reconocida con la Medalla Castelao. Hace escasas fechas, decía a la prensa Cristina Pato que “mi emigración no tiene nada que ver con la suya” -en referencia a la de aquellos de dejaron su tierra a principios del siglo XX- “pero sí desde la perspectiva y memoria cultural, y de cuánto puedes traer y llevar”. Hacía así un retrato de los emigrantes, de antes y de ahora, como portadores de ese intercambio, de esa comunicación entre pueblos, hoy más necesaria que nunca.

Durante estos 20 años del mejor ejercicio periodístico, la publicación que tiene en sus manos ha contribuido de manera ejemplar en el diseño de ese lienzo que nos pinta Cristina Pato. Enhorabuena a los amigos de España Exterior. Y, por supuesto, a todos sus lectores y lectoras.