Rajoy expresó en Montevideo su orgullo por el ejemplo que dan los emigrantes españoles en todo el mundo

La colectividad en Uruguay ofreció una calurosa bienvenida al presidente en su visita oficial al país

A la recepción acudieron unas cuatrocientas personas.
Uno de los residentes del Hogar Español quiso inmortalizar el momento.
Charlando con otra residente del Hogar Español.
Un momento de la intervención de Rajoy.
Saludando al expresidente uruguayo, José Mujica.
El presidenta pudo dialogar con los emigrantes.
Con algunos residentes del Hogar y el histórico dirigente del PP en Uruguay, Walter Pena (a la derecha).
Mariano Rajoy saludando a un residente del Hogar Español de Montevideo en la Embajada.

El primer acto del presidente del Gobierno español Mariano Rajoy el martes 25 de abril tras arribar a suelo uruguayo, fue reunirse con una representación del colectivo español residente en esa margen del Plata, así como algunos integrantes del mundo empresarial, político y social de la sociedad uruguaya.

Procedente de São Paulo, el martes 25 de abril a las 16.30 horas arribó al aeropuerto internacional de Carrasco ‘General Cesáreo’, el avión de la Fuerza Aérea Española en el que viajó Mariano Rajoy tras concluir su estancia de dos días en Brasil.

Se trata de la primera visita de carácter bilateral de un presidente del Gobierno español a Uruguay desde la que realizó José María Aznar en 1998. Rodríguez Zapatero, en su momento, también viajó a Montevideo para inaugurar la ampliación del Hogar Español de ancianos, pero no se trató de una visita bilateral.

En el aeropuerto le recibió el embajador de España en Uruguay, Roberto Varela, que deja el próximo 2 de mayo su cargo para desempeñar el de director general de Relaciones Culturales y Científicas de la Agencia Española de Cooperación Internacional (Aecid). También le recibió en la escalerilla del avión el embajador uruguayo en Madrid, Francisco Bustillo.

Posteriormente, se trasladó hasta la explanada militar del aeropuerto para ser recibido por el subsecretario de Relaciones Exteriores de Uruguay, José Luis Cancela, y escuchar con él los himnos nacionales de ambos países.

Luego se trasladó al hotel y rápidamente salió en dirección a la Embajada española donde para el encuentro con representantes del colectivo español en Uruguay que ya estaban llegando a la sede diplomática situada en la Avenida Brasil del barrio de Pocitos.

Entre los asistentes se encontraban los presidentes de las instituciones españolas, así como también muchos directivos de empresas españolas radicadas en Uruguay, y representantes del mundo político, artístico y social uruguayo.

Mensaje de aliento al colectivo español

Cerca de las 19.30 horas, Mariano Rajoy ingresó al salón y saludó a su paso a varios de los 400 invitados, muchos de los cuales se sacaban fotos con sus celulares con el mandatario, hasta alcanzar, junto al embajador Varela, el estrado montado en la sala principal.

Una vez allí tras una breve bienvenida del saliente embajador, se dirigió al público expectante a quienes confesó que sentía “orgullo por la actitud de los españoles ante las dificultades”, ya que consideró que no se rinden y, por ello, son capaces de superar crisis económicas como la sufrida recientemente. Dando como ejemplo de esta afirmación la emigración española en todo el mundo, pero especialmente en Uruguay donde son respetados por su laboriosidad y honestidad.

Al respecto dio algunos datos: “Me consta de la competitividad de las más de 100 empresas españolas que están invirtiendo aquí en Uruguay; son muy reconocidas y apreciadas por las autoridades uruguayas, generando 24.000 puestos de trabajo”.

Precisó que “somos el segundo país inversor en Uruguay, el primero en servicios con una inversión acumulada que alcanza los 3.500 millones de dólares. Queremos estar con nuestras empresas en el desarrollo tecnológico de Uruguay”.

Confesó que “Uruguay es un país respetado en el mundo, lo es y mucho. Con 14 años de crecimiento ininterrumpido, en este momento ocupa un puesto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, puesto que dejó España el 31 de diciembre de 2016”.

Indicó que “es importante también la labor que ha hecho la cooperación española en Uruguay. Montevideo se ha convertido en el centro de la cooperación española en América del sur. Aprovecho para felicitar a todos quienes trabajan en los centros culturales y de cooperación porque hacen cosas que contribuyen y mucho a las relaciones bilaterales”.

También anunció en su discurso que arribó a esta orilla del Rio de la Plata junto a cincuenta empresarios españoles dispuestos a invertir en Uruguay, para lo que el miércoles por la mañana participará en la clausura del Foro Empresarial España-Uruguay.

Por otra parte, precisó que la visita responde a la que realizó a España el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, el pasado mes de noviembre. Recordó que Vázquez, que también es ciudadano español por ser nieto de gallegos, estuvo en Santiago de Compostela justo donde él con 26 años de edad comenzara su carrera política como diputado de un Parlamento Gallego que no tenía un lugar físico para sesionar.

Saludo a los mayores

Concluyó expresando que “España y Uruguay somos países que siempre hemos estado juntos y ahora voy a saludar a los residentes del Hogar Español muy especialmente porque ellos, nuestros mayores, simbolizan mejor que nadie la hermandad entre estos dos países. Son los mejores representantes de esta vida compartida.”

Y al llegar allí, diez emigrantes acompañados por directivos, gerente y directora técnica le saludaron e intercambiaron opiniones con él.

Esta será la primera visita de un presidente español que no visite el Hogar Español, hecho que fue reclamado por sus directivos pero que por problemas de agenda fue imposible conseguir.

Allí mismo se hizo presente otro anciano acompañado por el embajador Roberto Varela, el expresidente uruguayo, el actual senador José Mujica, quien aguardó a que Rajoy culminara una larga conversación con un histórico presidente del Partido Popular de Uruguay, Walter Pena, para saludar al presidente español.

Mujica le estrecho los brazos y le sentenció: “Me alegro que vayan saliendo económicamente de la crisis. Lo felicitó”, para luego continuar dialogando animadamente entre ellos.