El Rey elogia a los emigrantes y sus entidades en México por conservar la esencia de España integrándose en un país que sienten como propio

Don Felipe y Doña Letizia se mostraron cercanos y afectuosos con los miles de personas que acudieron a la recepción ofrecida durante su viaje oficial al país azteca

El Rey no dudó en acercarse a saludar a la colectividad.
Discurso de Felipe VI ante la colonia española residente en México.

El Rey Felipe VI agradeció en un primer momento a los españoles radicados en México, tanto a los que llegaron hace décadas, como a los que lo han hecho en los últimos tiempos, su contribución al progreso del país, a través de su trabajo, honradez y dedicación para superar las dificultades.

“Sean mis primeras palabras de gratitud, admiración y cariño hacia los miles de españoles que hace muchos decenios llegaron a estas tierras buscando y encontrando un lugar de acogida para realizar sus sueños”, señaló.

El Rey tuvo un recuerdo especial “a aquellos compatriotas que salieron de España en circunstancias muy difíciles hace ya cerca de ochenta años. Entre ellos había profesionales, intelectuales y artistas que se instalaron formando parte muy importante de la vida cultural y académica de México, un país que supieron hacer suyo”. “También quiero tener una expresión de afecto para todos aquellos españoles que han salido recientemente de España en busca de mejores oportunidades para el desarrollo de sus actividades y empresas, que han venido para poner en marcha proyectos, o lo han hecho a la búsqueda de nuevos horizontes”, agregó.

En su mensaje, Don Felipe destacó el papel de los diferentes centros españoles, como vínculos de hermanamiento con México. “Diseminados a lo largo y ancho de México, en su vasta geografía, muchos de ellos están hoy aquí representados por sus presidentes y juntas directivas, vaya por delante nuestra sincera enhorabuena por haber sabido inculcar en sus integrantes y descendientes, vínculos de tradición, cultura y afecto hacia España y hacia su diversidad, que la distancia y la añoranza sólo han hecho reforzar.”

Reconoció la labor de los emigrantes, de ayer y de hoy, como dignos representantes de España en el mundo. “Como he tenido ocasión de resaltar en el marco de mi visita a países de Iberoamérica a lo largo de todos estos años, no hay mejores embajadores de lo que representa nuestro país y sus pueblos y costumbres, en definitiva de nuestra identidad y de nuestra historia que los españoles allá donde os encontréis. Todos vosotros sois nuestra mejor representación, en todo momento habéis sabido conservar y exaltar como nadie la esencia de España y a la vez os habéis instalado en un México que, como España, sentís también como propio. Con vuestro trabajo y ejemplo diario estáis contribuyendo a dignificar la imagen y la valoración de España en este lado del Atlántico“.

Y agregó: “España y sus instituciones ofrecen un especial reconocimiento a vuestra labor, la de generaciones de españoles y un recuerdo siempre presente por esa parte de nuestra sociedad, de nuestro país que se encuentra lejos, más allá de nuestras fronteras. Queremos transmitiros sobre todo nuestro afecto y nuestra admiración y deciros que nos sentimos muy orgullosos de todos vosotros”.

Don Felipe estuvo acompañado de su esposa, la reina Letizia, el Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, el embajador de España en México, Luis Fernández-Cid y su esposa, y el cónsul general de España en México, Fernando Valderrama.

Tras el discurso, los Reyes estuvieron alrededor de 40 minutos estrechando la mano a las numerosas personas que se reunieron ese día y que aprovecharon la ocasión para tomarse una fotografía con ellos. Tanto Don Felipe como Doña Letizia accedieron con la mejor disposición, a pesar de la cantidad de actividades realizadas durante el segundo día de su visita a México, el cual empezó muy temprano, con la presencia de la reina en el Congreso Iberoamericano de Enfermedades Raras; siguió con el Encuentro Empresarial España-México; más tarde, la visita al Senado de la República, en sesión solemne; después un almuerzo en la residencia del embajador con empresarios y personajes de la cultura hispana; y por la tarde, la firma del convenio de colaboración entre la Universidad Nacional de México (UNAM), el Instituto Cervantes y la Universidad de Salamanca, para el arranque del Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española (SIELE).

El viaje terminó el miércoles 1 de julio con la visita a Zacatecas. Los Reyes estuvieron en el Museo Virreinal de Guadalupe, donde se expone la muestra fotográfica ‘Camino Real de Tierra Adentro’, y el Museo de Arte Abstracto ‘Manuel Felguérez’ para clausurar el coloquio ‘Pasado, presente y futuro de las relaciones entre México y España’ y conocer la exposición fotográfica ‘Más México para el Mundo’. Posteriormente, compartieron un almuerzo con el presidente del país, Enrique Peña Nieto, y su esposa.

Tras un encuentro con la colectividad española residente en los estados de Zacatecas, Jalisco y Aguascalientes los Reyes emprendieron su regreso a España.