En cuanto a las Aulas de Lengua y Cultura Españolas (ALCE), Alfredo Prada dijo que el PP no ha estado parado, puesto que presentó en la Comisión de Educación del Congreso una propuesta para que los nietos de españoles reciban de manera gratuita también estas clases, como ocurre con los hijos. Sí reconoció el representante de los ‘populares’ que el Gobierno había “racionalizado el gasto, con una normativa del gobierno anterior”, y había apostado por aplicar las nuevas tecnologías. Sobre las quejas por las clases presenciales y sobre la plataforma telemática señaló que “si hubiera que hacer algún tipo de corrección no duden ustedes que la haríamos. Hay una voluntad de este Gobierno de difundir la lengua y la cultura españolas”.
Ana Oramas (CC) también se refirió a las ALCE y reveló que había presentado una decena de preguntas al respecto al Gobierno tras solicitárselas ciudadanos españoles en Europa. De hecho, dejó a disposición de los consejeros interesados las respuestas del Ejecutivo, en las que niega todo lo expuesto por Oramas en sus requerimientos. Carmela Silva quiso dejar muy claro el compromiso del PSOE para que siga habiendo clases presenciales y exigió “sensibilidad” para que se den en todos aquellos países en los que haya demanda. Como también las respalda la Izquierda Plural, que situó la polémica de las ALCE en un problema global respecto a las ayudas y criterios del Gobierno para el fomento de la lengua española y de las asociaciones culturales.