Zapatero se muestra sorprendido por los casos de nietos de emigrantes que no han podido recuperar la nacionalidad

El expresidente del Gobierno visita el Hogar Español de ancianos y se reúne con el PSOE de Uruguay

Zapatero con militantes del PSOE y el jefe de la Oficina Laboral, Brindis Álvarez.
Zapatero saluda a militantes del PSOE.
Rodríguez Zapatero se reunió con la directiva del Hogar Español de ancianos de Montevideo.
Con el presidente del Hogar Español de ancianos, Ángel Domínguez.
Un emigrante de León saluda a Zapatero.
Un emigrante asturiano pide a Zapatero que le firme una bandera de recuerdo.
Zapatero junto a emigrantes en el Hogar Español de ancianos.

El ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero se reunió con militantes y dirigentes del PSOE de Uruguay donde le expusieron la alegría de que diez mil nietos de españoles pudieron obtener su ciudadanía a través de la Ley de Memoria Histórica, conocida en el Río de la Plata como ‘la ley de nietos’. Sin embargo se mostró sorprendido cuando le informaron que los nietos de madre española casada con extranjero no habían podido recuperar la nacionalidad.
Luego se dirigió al Hogar Español de ancianos y se reunió con la directiva que preside Ángel Domínguez, donde encontró la paz y el sosiego tras afrontar la manifestación de los indignados en su contra a la salida del encuentro con los militantes socialistas. Domínguez le explicó la actual situación del Hogar, que durante el Gobierno de Zapatero recibió una inversión de dos millones de euros que transformó radicalmente la asistencia sanitaria de los dos centenares de ancianos que pasan allí sus últimos años. Al descubrir que el déficit oscila en el medio millón de euros anuales, Zapatero preguntó inmediatamente “¿en qué puedo ayudar?”, a lo que Domínguez le sugirió que “ayude para que los casi 360.000 euros que el Gobierno central español envía no deje de venir”, precisando que la partida de este año aún no fue recibida, por lo que los ahorros propios del Hogar se están acabando.
También consultó acerca de la participación de empresas españolas en la financiación del Hogar, explicando Domínguez que “la solidaridad se acabó”, aunque puntualizó que las gestiones del embajador (Roberto Varela) que se implicó en el tema mediando y concurriendo a una reunión de alto nivel con el Gobierno posibilitaría la solución para que transformándose el Hogar en una ONG, de esta forma podría recibir aportes de empresas españolas radicadas en Uruguay que tendrían deducciones con estas donaciones a impuestos a pagar. Zapatero se mostró contento con esta actitud y expresó que va a gestionar el apoyo del Gobierno español, aunque fue contundente en afirmar que “no corren buenos tiempos” en España.
Luego de la reunión le esperaban algunos residentes, en especial uno de ellos de León, y otro que le pidió un autógrafo en una bandera española que tenía en su cuarto. El ex presidente dialogó brevemente con ellos, ya que le aguardaba la gala de El Quijote en el Auditorio estatal Adela Reta, otro de los emblemáticos lugares de la cultura uruguaya a los que su gobierno aportó recursos económicos para construirlos.