El Gobierno alemán dio luz verde el martes 8 de abril al proyecto de ley que permitirá a los jóvenes alemanes de origen extranjero tener doble nacionalidad, un gesto que relaja una de las leyes de nacionalidad más estrictas de Europa y que beneficiará principalmente a la importante comunidad turca del país.
Las normas actuales obligan a los hijos de inmigrantes de la mayoría de los países que no son miembros de la UE a escoger a los 23 años entre la ciudadanía alemana y la del país de origen de sus padres. La cuestión de la doble nacionalidad es un tema pendiente entre los alrededor de tres millones de personas de origen turco que viven en Alemania, de los que menos de la mitad han adoptado la nacionalidad alemana.
El proyecto de ley aprobado por el Gobierno permite a los jóvenes optar a tener dos pasaportes si, a los 21 años, pueden demostrar que han vivido en Alemania durante al menos ocho años, han ido a clase en el país durante seis años, recibido títulos escolares aquí o completado su formación profesional en Alemania.
«Esa es una gran señal para muchos jóvenes en nuestro país. Cientos de miles de ellos pueden respirar con alivio», ha considerado Aydan Oezoguz, comisionada federal para inmigración, refugiados e integración.
«Estoy encantada de que en el futuro muchos jóvenes ya no tendrán que decidir contra la nacionalidad de sus padres o incluso convertirse en extranjeros en su propio país», ha añadido.
Sin embargo, los líderes de la comunidad turca han criticado la nueva ley porque solo se aplica a los jóvenes y no cubre a las personas mayores que llevan décadas en Alemania.
La aprobación por parte del Gobierno de la doble ciudadanía da luz verde a un proyecto del Partido Social Demócrata (SPD), socio de coalición de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel.
El partido de la canciller se oponía a la doble nacionalidad, argumentan que es imposible ser leal a dos países al mismo tiempo. Por su parte, el SPD estaba a favor de abolir por completo la obligación de elegir entre dos pasaportes.
El proyecto de ley todavía tiene que ser aprobado por el Parlamento. Tanto los conservadores como el SPD ya han dicho que buscarán introducir enmiendas cuando se produzca el debate en el Bundestag, la Cámara Baja.