Unas dos mil personas disfrutaron de la romería del Centro Gallego de Montevideo

Inicia las actividades de la colectividad española en la capital uruguaya

Un momento del baile.
López Dobarro, Julio Ríos, Jorge Torres, la secretaria de la entidad, Beatriz Doldán, José Rodríguez Moyano, y sentados, Benito Díez y Daniel Martínez.
Actuación de las más pequeñas del Centro Gallego de Montevideo.
Vista de los asistentes durante el almuerzo.

Algunos cantaban recordando las canciones de sus ancestros, mientras que otros bailaban hasta con sus bastones. La alegría fue algo que nunca faltó en las diez horas que duró el pasado domingo 11 de marzo la romería del Centro Gallego de Montevideo, que, además de ser la primera del año, también da inicio a las actividades del colectivo español en la capital uruguaya.

Cientos son los que llegan a ver de qué se trata esta fiesta y terminan cautivados por la gastronomía gallega, las sardinas, el ‘pulpo a feira’, o la uruguaya donde sobre las brazas se prepara carne vacuna con cuero, una de las especialidades preferidas, además de los tradicionales chorizos al pan o el asado uruguayo. Y hasta disfrutan y muchos se anotan para participar en las clases de baile gallego o español que se dictan en la institución.

El presidente del Centro Gallego, Julio Ríos, junto a sus compañeros de directiva se encargan de atender los distintos puestos. Cabe destacar entre los asistentes la presencia del cónsul español, José Rodríguez Moyano; el consejero de Empleo y Seguridad Social, Benito Díez Arce; el delegado de la Xunta de Galicia, Alejandro López Dobarro, y el intendente de Montevideo, Daniel Martínez.

Asimismo, estuvieron presentes directivos de distintos clubes y el presidente del Consejo de Residentes Españoles (CRE), Jorge Torres, junto a los consejeros, los que también pudieron disfrutar de dos pistas, cerrada y abierta, con orquesta en vivo y los distintos grupos de danzas españolas y gallegas de la institución.

Un primer balance del acto muestra que la cifra recaudada fue similar al año pasado, al igual que la cifra de visitantes, que casi llega a las dos mil. Según confesó Rios, lo que más les “importa es que todos se marchen contentos de haber disfrutado”.