Villares destaca el papel de la emigración en la aceptación del himno de Galicia

El musicólogo Fernando López-Acuña afirmó que ‘Os pinos’ pudo haberse interpretado antes de su estreno oficial en La Habana

Ramón Villares, el director del Instituto José Cornide, Xosé Fraga, el presidente de la RAG, Víctor F. Freixanes, y Fernando López-Acuña.

La importancia de la colectividad emigrante en este proceso es «un hecho extraordinario que nos diferencia notablemente de cualquiera caso parecido», subrayó el pasado 20 de diciembre el académico Ramón Villares en la conmemoración del 110 aniversario de este estreno celebrada en la Real Academia Galega (RAG) en un acto organizado de la mano del Instituto José Cornide.

El académico correspondiente Fernando López-Acuña profundizó en el proceso de creación artística del Himno, compuesto en 1890, y habló sobre otras posibles representaciones anteriores en una tarde en la que la parte musical corrió a cargo de Queiman e Pousa antes de rematar con la interpretación colectiva de ‘Os pinos’.

Villares destacó como el himno fue creado en Galicia y después fue a América, y de allí retornó. “El peso excepcional de la colectividad emigrante es algo que nos diferencia notablemente de cualquiera caso parecido”, concluyó el académico.

Un año después de su estreno a cargo de la Banda Municipal de La Habana bajo la batuta de Guillermo M. Tomás (más adelante nombrado académico correspondiente de la RAG), el himno de Eduardo Pondal y Pascual Veiga fue declarado oficial -por iniciativa de Xosé Fontenla Leal- en todas las fiestas del Centro Gallego de la capital cubana. La misma institución editó en 1909 Apuntes para la Historia del Centro Gallego de La Habana, donde se publica por primera vez en texto impreso la partitura y el poema. Esta edición fue de gran importancia para su expansión en Galicia, destaca el musicólogo Fernando López-Acuña.

El origen: el certamen musical de 1890

La música y el texto del Himno habían sido compuestos en 1890 para uno de los distintos concursos convocados con el fin de dotar a Galicia de una «marcha regional». Fue así el propio Pascual Veiga quien le pidió a Eduardo Pondal que escribiera un poema para el certamen musical del Orfeón Coruñés nº4, que él mismo dirigía. La partitura ganadora para acompañar los versos de ‘Os pinos’ fue la de Ivo Gotós, pero esta marcha -que se pudo escuchar en la intervención del académico- no llegó a estrenarse, tal como se había anunciado, en las fiestas de A Coruña de ese año, posiblemente por falta de tiempo para ensayarla. Sea como fuere, la música que finalmente acompañaría al poema de Pondal sería la que escribió Pascual Veiga en previsión de que el premio quedara desierto, repasó el académico correspondiente. Una partitura que, según las indicaciones de Veiga, debe tocarse “mucho más rápido de lo que normalmente hoy se toca, porque nuestro Himno es una marcha”, tal y como se pudo escuchar en otras de las grabaciones ofrecidas por el musicólogo en el acto.

Interpretado con anterioridad

En el momento de su estreno en La Habana, el Himno fue considerado una obra inédita, pero es posible que hubiese sido interpretado con anterioridad, apuntó Fernando López-Acuña. El investigador sugiere que Pascual Veiga pudo incorporar la composición a la lista de los orfeones que siguió dirigiendo, hipótesis que encuentra refuerzo en la declaración en un diario lugués, en el año 1896, del secretario de uno de ellos, el del Centro Gallego de Madrid, con motivo del viaje de la agrupación a Lugo para participar en un certamen. En ella asegura que ‘Os pinos’ era interpretado por sus miembros.