El Centro Gallego dio inicio a las celebraciones por el Día de Galicia con el tradicional acto frente a los bustos de Castelao y Rosalía

La entidad ha programado diversas actividades

Ambroggi y Sangiao fueron los responsables de colocar las ofrendas florales a los pies de los bustos de los ilustres gallegos.
Representantes de las agrupaciones políticas y socios asistieron al acto.
Rodríguez Brandeiro destacó que el Día de Galicia debe ser un momento para la reflexión y la memoria.
El interventor por parte del INAES manifestó sentirse muy emocionado por poder participar de la celebración.
El coro del Centro Gallego interpretó el Himno de Galicia.

En la que fue la primera de las actividades organizadas a lo largo de toda esta semana para conmemorar el Día de Galicia, el Centro Gallego de Buenos Aires reunió en el hall de entrada de la institución a autoridades de la intervención, representantes de las agrupaciones políticas y socios para participar del tradicional acto que todos los años se realiza frene a los bustos de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao y Rosalía de Castro.

La celebración se inició con el ingreso de las banderas de Galicia, España, Argentina, la Ciudad de Buenos Aires y el Centro Gallego, portadas por enfermeras del hospital de la institución, quienes se colocaron junto a los bustos de Rosalía y Castelao, figuras históricas de la cultura gallega que fueron honradas con las ofrendas florales depositadas al pie de sus imágenes por el presidente de la Federación Unión de  Asociaciones Gallegas de la República Argentina, José Luis Sangiao, y el presidente de la Cámara Española de Comercio de la República Argentina, Guillermo Ambroggi.

Luego de que el coro del Centro Gallego interpretara el Himno de Galicia, el cual fue entonado con emoción por todos los presentes, el responsable de la biblioteca de la institución, Manuel Rey, abrió los discursos con una semblanza de Castelao y su importancia como referente histórico y actual de la cultura gallega.

Después de definirlo como diputado de las cortes de la República Española, dibujante, escritor, pero por sobre todas las cosas, “luchador incansable por los derechos de los gallegos”, recordó que al llegar a Buenos Aires en 1940, Castelao fue recibido por una comisión especial presidida por el empresario y mecenas gallego Manuel Puente y que era integrada por notables galleguistas y activistas de la misma causa.

“Se le rindió un homenaje multitudinario, y al tomar la palabra, y sabiendo la extraordinaria actividad que desarrollaba la emigración, y por la libertad y condiciones óptimas que le ofrecía este gran país, Castelao pronuncio una muy conocida frase: ésta es la Galicia ideal”, subrayó al referirse a la importancia que la emigración ha tenido en la conformación de la Galicia actual.

Posteriormente, Rey enumeró las diversas actividades culturales que el Centro Gallego ha organizado desde su fundación, destacando la creación en 1946 de la biblioteca social Manuel Murguía, y años más tarde, el Teatro Castelao, escenario por el que aún hoy pasan incontables conjuntos artísticos de las entidades de la colectividad.

A continuación, el director del Colegio Santiago Apóstol, Carlos Rodríguez Brandeiro, señaló en su sentida intervención que más allá de ser una jornada de fiesta, el Día de Galicia es un momento propicio para la reflexión y la memoria.

Citando al poeta Manuel Rivas, afirmó que “para saber a dónde vamos, tenemos que mirar siempre de dónde venimos”, y añadió: “Es muy importante recordar eso porque a veces las festividades se confunden y no se entiende bien toda la significación que puede tener un día como hoy, sobre todo para la gente joven”.

En ese sentido, trajo a la memoria de los presentes el legado de los hermanos Antonio y Ramón Villar Ponte, quienes hace exactamente cien años fundaron en la ciudad de La Coruña A Irmandades da Fala, que luego se reproducirían en toda la geografía de Galicia.

“Fueron ellos los que el 25 de julio de 1920 propugnaron el primer Día de Galicia, los primeros en hablar de un estatuto de autonomía para Galicia, de la creación de un parlamento gallego, de la oficialidad del idioma gallego y castellano dentro de la geografía de las cuatro provincias administrativas. Es decir, pedían cosas que hoy por suerte tenemos, pero ellos fueron los iniciadores, y no debemos olvidarnos de ellos, ni de Ramón Otero Pedrayo, Vicente Risco o Alfonso Rodríguez Castelao”, afirmó.

Siguiendo esa idea, también destacó la labor de cientos de gallegos anónimos que fundaron en la emigración obras tan importantes como el Centro Gallego, “que se construyó con la ilusión y con el esfuerzo de muchísimas almas que dejaron toda su impronta para que esto fuera una realidad y que actualmente representa mucho más que un hospital o un instituto de cultura, porque representa la esencia de lo que hoy es Galicia”.

Concluyendo su intervención, Rodríguez Brandeiro animó a todos los presentes a “ser capaces en este siglo XXI de honrar su memoria buscando cordialidad y entendimientos, pensando en que el hombre que piensa diferente tiene cosas que aportar y que partiendo del dialogo, la concordia y de la cooperación se pueden construir proyectos como este bienquerido Centro Gallego de Buenos Aires”.

Por último, se dirigió a la concurrencia el interventor del Centro Gallego por parte del INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social), Martín Moyano Barro, quien manifestó sentir “una inmensa alegría de iniciar esta intensa semana de trabajo y de festejos”.

El interventor destacó la importancia cultural que tiene el Centro Gallego, “una riqueza viva y muy importante que hay que rescatar y poner en valor día a día”, resaltando la vital labor que realizan todas las personas que forman parte de la institución, ya sean médicos, trabajadores, integrantes de las áreas de cultura o directivos de las diversas agrupaciones políticas.

Así, deseó que los actos organizados por el Día de Galicia marquen el inicio de una pronta normalización de la vida institucional de la entidad, objetivo que, señaló, “nos motiva a redoblar el esfuerzo con nuestro equipo de trabajo”.

Finalmente, invitó a todos los presentes “a pensar en un futuro muy importante para el Centro Gallego, pero no por lo que fue, sino por lo que puede ser, y para eso tenemos que rescatar el espíritu de los fundadores de esta casa, ese espíritu que nos va a permitir lograr que sea una institución muy importante en materia de salud y cultura, pero también una institución que de cara al siglo XXI sea moderna, ágil y pueda brindarles a sus asociados la mejor atención”.