El Celta de Vigo se coronó campeón de la Copa Comunidad Gallega disputada en Montevideo

Los emigrantes vivieron con gran emoción el primer derbi disputado en la Galicia exterior

Los jugadores del Celta posan con el trofeo Comunidad Gallega.
Dos descendientes de emigrantes nacidos en Uruguay aficionados de Celta y Depor.
Aficionados gallegos en la grada del estadio Parque Central.
Aficionados de ambos equipos.
Rafael Louzán entregó el trofeo al capitán del Celta Hugo Mallo.
Llegados desde Buenos Aires para ver al club de sus amores.

El presidente de la Federación Gallega de Futbol, Rafael Louzán, aseguró al finalizar el encuentro que “la historia se acaba de escribir”, agradeciendo el aliento de la colectividad que vino hasta de Buenos Aires a presenciar el torneo. Y el escenario acompañó a este momento histórico ya que el encuentro se disputó en el estadio Parque Central, una de las dos canchas que inauguraron el primer mundial de fútbol celebrado en Uruguay en 1930.

Estos partidos de pretemporadas son más bien de entrenamiento, pero todos los jugadores aseguraron que este partido es un clásico y para ello no hay amistosos.

Igualmente la primera parte hizo pensar a los dos mil espectadores que se acercaron al estadio Parque Central del club Nacional de Football, que la tarde noche gélida estaba atentando también con los futbolistas, ya que fue muy aburrido.

Mientras que los técnicos daban sus instrucciones en el vestuario, en la tribuna popular sonaban gaitas y panderetas de músicos del Valle Miñor, Casa de Galicia y Centro Gallego, que se alternaban con algunos integrantes de la Tuna de San Felipe y Santiago.

Al mismo tiempo, en la tribuna oficial, dirigentes de todas las instituciones gallegas y hasta algunos emigrantes y descendientes que vinieron de Argentina a presenciar el encuentro, arropaban al titular de la Federación Gallega de Fútbol, Rafael Louzán, quien trabajó desde hace dos años para concretar la presencia de los equipos gallegos jugando en Montevideo un campeonato con el actual campeón uruguayo, Peñarol, y con el otro equipo grande de Uruguay, el Club Nacional de Football.

Si bien hubo problemas para realizar el torneo tal como estaba pensado en un cuadrangular, se culminó con la opción de tres copas a ganador de encuentros, el jueves 21 de julio Celta y Deportivo, el sábado 23 de julio Celta y Nacional y el domingo 24 de julio Peñarol y Deportivo.

Así fue como pasadas las 18.30 horas de Uruguay, comenzó el segundo tiempo que despertó a quienes se estaban congelando en las tribunas con un gol de tiro libre de Iago Aspas. Ya cumplido el tiempo reglamentario, el serbio Nemanja Radoja logró el segundo tanto que le dio el triunfo dos a cero al Celta en este primer derbi fuera de Galicia.

La colectividad acompañó el partido pero no hubo respuesta de los jugadores que se marcharon al vestuario luego de recibir el trofeo de manos de Louzán y hacerse la foto de todo el plantel con la copa. Es normal que se le ofrende la misma a la tribuna, pero esta vez el público quedó aguardando el gesto de los celestes gallegos.

Emoción en las tribunas

La falta del saludo del equipo a la afición no amilanó la emoción de varios emigrantes y descendientes que colgaron sus banderas gallegas, del Celta o el Depor y hasta españolas, en el alambrado de la cancha.

Muchos lucían las camisetas de sus equipos y hasta se sacaban los abrigos para mostrarlas con sincero orgullo, en tanto algunos hasta llevaban por abajo la de Nacional, aunque muchos confesaron no poder usar la de Peñarol ya que estaban en estadio ajeno.

Entre el público encontramos a muchos argentinos que vinieron a presenciar el partido, algunos con sus padres emigrantes y otros solos como una pareja que “decidimos venir a ver el club de nuestros amores”.

También estaba un emigrante coruñés que llegó con 14 años a Montevideo en 1954, recordando que “había una colectividad muy grande y la mayoría éramos gallegos”. Había una liga de futbol y “jugué en el Centro Coruñes, dicen que jugaba muy bien y se había corrido la versión de que había jugado en el Deportivo”, pero aseguró que no, aunque reconoció que “llegué a jugar aquí en Nacional”.

Esas historias que se tejen en la emigración y que unen dos continentes con sentimientos que cuando se recuerda lo vivido surge la morriña a flor de piel.

La historia se ha escrito

Al culminar la jornada deportiva, el presidente de la Federación Gallega de Fútbol, Rafael Louzán, reconoció que “la noche está muy fría, estamos en pleno invierno acá, pero la verdad es que la emotividad y sobre todo en muchos de los hogares tanto de aquí como de Galicia que  pudieron ver este evento y era lo que de alguna manera nos importaba”.

Afirmó que “ahora ya la historia ha puesto en su lugar que el Celta y el Deportivo han estado en la otra casa, que se llama Uruguay y que es Latinoamérica, para disfrutar de un evento deportivo de este nivel”.

Puntualizó que “los dos equipos han estado en el nivel que esperábamos y ahora vamos a esperar los encuentros de Nacional con el Celta el sábado y Peñarol con el Deportivo el domingo”.

Sin embargo, y debido a las dificultades con la seguridad de los espectáculos deportivos de las que ya habíamos informado en ediciones anteriores, Louzán remarcó que “han venido personas desde Buenos Aires, lo que quiere decir que en el futuro se pueden hacer cosas del otro lado del Río de la Plata, pero vamos poco a poco” precisó agradeciendo a la empresa Tenfield que organizó el torneo en la capital uruguaya.

El presidente de la Federación Gallega de Fútbol reflexionó finalmente que este partido “ha escrito la historia” del primer derbi gallego en el exterior.