Homenaje a Rogelio Martínez en Montevideo, un luchador republicano

Un momento del homenaje a Rogelio Martínez.

En la sala Plus Ultra del Club Español se realizó un homenaje al escritor Rogelio Martínez, emigrante pontevedrés fallecido que cumpliría el próximo domingo 92 años de vida y que no pudo ver hecho realidad su deseo de una España republicana.

La ceremonia se realizó con la sala llena, incluso algunos de los asistentes tuvieron que permanecer de pies. En la mesa presidencial estuvieron el titular del Club Español, Víctor Moldes Ruibal, Juan Pedro Piug y la profesora Alicia Cagnasso, quien desarrolló una emotiva descripción del Rogelio emigrante comprometido con su república española, escribiendo varios libros como legado para los que continúen con su lucha.

Presente en la sala, además de muchos emigrantes y algunos vecinos de su Cesantes natal, también estaba Antonia Boado, su esposa, y sus nietos.

Rogelio Martínez había nacido en Cesantes, Pontevedra, Galicia, el 4 de octubre de 1923 y emigró con diecisiete años de edad a Buenos Aires, huyendo como muchos niños, de la guerra. Su madre le despidió de Galicia con las palabras “prefiero no verte más a verte muerto”.

Luego de su llegada a la capital argentina, al hotel de los emigrantes, donde se refugiaban muchos de los que llegaban sin dinero y en condiciones especiales, ya que para poder salir de España tuvo que usar un nombre falso, el de Ramón Norberto Corujeiro Sertera.

Allí esperó que su padre cerca de un mes después lo reclamara desde Uruguay y al cruzar el Río de la Plata, Rogelio Martínez se hizo socio de ‘La Casa de España’ ubicada frente al actual Club Español, que funcionaba como una casa de acogida a los emigrantes exiliados desde el 1936 hasta que cerró sus puertas en 1979.

Desde allí comienza la lucha por la República Española de Rogelio Martínez hasta su fallecimiento en diciembre del año pasado.

Rogelio se definía como un poco uruguayo y un poco español pero su patria realmente se llamaba exilio. Afirmaba que “la vida del exilio se hizo muy dura y prolongada. Pasaron miles de días, miles de noches, con sus miles de lunas sin poder regresar a España”.