Apuntó que, un año después, la Comunidad “no olvida ni una cosa ni la otra”, por lo que el Ejecutivo decidió que sus máximas distinciones sean “un homenaje de toda Galicia a las víctimas” y, también, un recuerdo de toda Galicia “para todas las mujeres y todos los hombres que respondieron con un comportamiento ejemplar a lo que Galicia requería”.
Explicó que se acordó entregar las Medallas de Oro de Galicia el 24 de julio, es decir, justamente un año después del descarrilamiento del tren en Santiago, y de hacerlo como homenaje al sufrimiento de los que vivieron en primera persona esta tragedia, como reconocimiento permanente a los que ya no están y como recuerdo a la implicación y a la humanidad de muchísimos colectivos que trabajaron esa noche”.
Un dolor permanente
Feijóo subrayó la motivación “excepcional” de la que nacen las distinciones de 2014 y aseguró que esta distinción es la que el Gobierno no querría dar nunca, porque “a todos nos sigue doliendo lo que pasó y, desde luego, desearíamos que nunca hubiera ocurrido”. “El accidente de Angrois es, lo será siempre, una de las mayores tragedias de nuestra historia, pero la forma en que decidimos afrontarlo permanecerá también como un reconstituyente ejemplo de lo que somos: también desde la peor situación imaginable se puede hacer la mejor Galicia”, aseguró el presidente de la Xunta.
79 fallecidos
Se rinde homenaje a las 79 víctimas que perdieron la vida en el accidente, los heridos y sus familias. Del mismo modo, se quiere dejar constancia del reconocimiento a los vecinos de Angrois que tuvieron un comportamiento ejemplar durante el accidente.
También recibirán la Medalla todas aquellas personas que contribuyeron a que funcionara el dispositivo, como los bomberos, los voluntarios de Protección Civil, el personal de Emergencias, del 061 y los profesionales del Colegio de Psicólogos de Galicia y de la Cruz Roja. Y se reconoce la labor de los agentes de la Policía Local, de la Policía Autonómica, de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, así como al Instituto de Medicina Legal de Galicia por su labor de identificación de víctimas.
En el campo sanitario, la Xunta reconoce el esfuerzo de todo el personal sanitario del área de Compostela que atendió a las víctimas, así como el papel fundamental de los trabajadores del Centro de Transfusión de Galicia y de la Federación de Doantes.