La Fundación Penzol de Vigo recibe el legado del médico e intelectual galleguista Antonio Pérez Prado

Hijo de emigrantes de la Terra Cha, destacó por su defensa y trabajo a favor de la cultura gallega en Buenos Aires, donde nació y murió

Presidencia del acto celebrado en la Fundación Penzol.

La Fundación Penzol ya custodia los papeles de Antonio Pérez Prado, “un gallego que no nació en Galicia”, según se definía a sí mismo este médico e intelectual galleguista que nació y falleció en Buenos Aires y que “nunca rompió amarras” con la cultura y la tierra de sus padres y abuelos.

Según contó su hija Aixa tras la presentación de los fondos cedidos a la Penzol por expreso deseo de Pérez Prado, fallecido en septiembre 2009, recurría al gallego cuando le hablaba de “todo lo relacionado con el cariño y el amor”, e incluso le enseñó a rezar en la lengua de Rosalía.

A través de una carta leída en el acto que celebró el martes 8 de abril en la sede de la entidad por María Dolores Cabrera, de la Editorial Galaxia, la viuda de Pérez Prado, Graciela Mosquera, relató que los años que vivió junto a él lo hizo “en gallego” y que incluso “lloraba en gallego”.

Ramón Villares, presidente del Consello da Cultura Galega, destacó en su intervención “el valor suplementario” de Pérez Prado, hijo de emigrantes originarios de la Terra Cha, por su “adhesión” a la cultura y a la tierra gallegas y por “no romper amarras” con sus raíces familiares.

Villares resaltó la contribución de Pérez Prado, junto a Ricardo Palmas y Carlos Zubillaga, en la percepción, tanto dentro como fuera, de la idiosincrasia gallega a través de su interrelación con otras colectividades en el Buenos Aires de la época, una suerte de “Babel étnica”.

Asimismo, reconoció el “mérito” de su decisión de legar sus fondos bibliográficos, fotográficos y correspondencia a la Penzol, lo que puede servir de ejemplo y marcar una “pauta de conducta” frente al “minifundismo” cultural.

El vicepresidente de la Fundación Penzol, Antón Vidal, recalcó el “sorprendente amor” de Pérez Prado a Galicia, y el director, Francisco Domínguez, hizo hincapié en un detalle de su biografía: a los dos años, sus padres lo llevaron a bautizar a la iglesia de Begonte.

Domínguez destacó del homenajeado su relación con intelectuales del grupo Galaxia y su lucha abierta contra los chistes sobre “gayegos”, transcripción fonética del término empleado por los argentinos para referirse a los gallegos, y, genéricamente, a los españoles.

En 1993 denunció a la editorial Planeta por la publicación de un libro de chistes de gallegos de Celso Muleiro.

Aparte de ejercer su profesión de médico en el Hospital Municipal de Buenos Aires y en el del Centro Gallego, y de crear la Asociación argentina de hijos gallegos, Pérez Prado publicó libros y fue el autor del guión de la película-documental ‘Castelao. Biografía de un ilustre gallego’ (1980), dirigida por Jorge Prelorán.

El material así como la correspondencia que mantuvo con los intelectuales galleguistas, tanto del exilio exterior como del interior, ayudan a comprender la presencia gallega en Argentina.

En concreto el material que se deposita en la Fundación Penzol abarca unas 113 cajas que incluyen material de muy diverso tipo, como la correspondencia con figuras como Eduardo Blanco Amor, Domingo García Sabell, Isaac Díaz Pardo; la publicación ‘Los gallegos y Buenos Aires’, que el propio Pérez Prado escribió en los setenta destinada a explicar Galicia a los descendientes de los gallegos habitantes de Buenos Aires para que pudieran conocer la historia de la tierra de la que procedían sus ancestros; así como un texto escrito por Fernando Iglesias ‘Tacholas’, conocido actor gallego en Argentina, sobre la vida de Castelao en Buenos Aires.

Las gestiones realizadas por el Consello da Cultura Galega para que el legado de Pérez Prado esté en Galicia a disposición de investigadores y de la sociedad, se encuadran en la línea de trabajo de la institución de colaborar con otras entidades en la localización, conservación y recuperación del patrimonio documental.