El Consello de la Xunta aprobó un código ético para los altos cargos de la Comunidad y que se quiere ampliar a los funcionarios, que fija de forma clara y concreta los criterios de conducta y la responsabilidad de las personas que ejercen funciones públicas en la Administración autonómica.
El documento incluye la decisión de prohibir lo que se entiende por regalos y regula lo que puede ser entendido como cortesía institucional. El texto se encarga de que no haya ningún margen para que un cargo o empleado público pueda valerse de su posición en beneficio personal. Además incluye que será causa de cese automático tener una cuenta bancaria en un paraíso fiscal.