El Centro Zamorano de Buenos Aires acoge el cumpleaños número 100 de una de sus socias

El vicepresidente de la institución, Néstor Seijas, le regaló el libro Memorias de la Emigración Castellano Leonesa en Argentina

Petra, a la izquierda, brinda junto al vicepresidente del Centro Zamorano, Néstor Seijas.
La cumpleañera vivió una jornada muy emotiva.

Al acto acudió el vicepresidente de la institución, Néstor Seijas, que, junto a su esposa, le entregó a Petra varios regalos: el libro Memorias de la Emigración Castellano Leonesa en Argentina, una medalla conmemorativa de la ocasión y un hermoso ramo de rosas.

Seijas pronunció un breve discurso en el que, en nombre de la junta directiva de la entidad, expresó que el Centro Zamorano no podía estar ausente en este importante acontecimiento.Con emoción explicó que Petra pertenece a la misma generación que su madre zamorana, lo que trajo a su memoria recuerdos de su familia que, como tantas familias de emigrantes castellanos y leoneses, eligieron Argentina para desarrollar su vida a miles de kilómetros de su amada Zamora.

Nacida el 20 de junio de 1917 en Ilanes, un pueblo de la comarca de Sanabria, Petra pertenece a una familia de cuatro hermanos, uno de los cuales emigró a Argentina antes de que estallara la Guerra Civil, donde se graduó como abogado.

Al enviudar, este pidió a Petra que viajara a Buenos Aires para ayudarlo en la crianza de sus dos hijas, ya que debido a su profesión viajaba continuamente al interior del país.

Fue así como, el 3 de abril de 1957, Petra llegó a Buenos Aires, ciudad en la que se encontró con un paisano de su pueblo, Pedro Sánchez, con quien se casó, compartiendo con él innumerables fiestas y momentos de alegría junto a sus paisanos sanabreses en el Centro Zamorano, y de quien enviudó en 1983.

“Es admirable la memoria de esta mujer, con la que da gusto conversar, ya que llama la atención la lucidez con la que maneja recuerdos, fechas y nombres de personas”, resaltó Seijas.

Entre el brindis y los saludos, Pedra manifestó estar muy emocionada y agradecida por la celebración en la que disfrutó mucho e incluso se animó a dar unos pasos de baile de una jota interpretada por un grupo de gaiteros dirigidos por el maestro Daniel Pazos, cuya actuación puso el broche de oro a la fiesta.